Lo primero que debes hacer es plantearte tres cuestiones fundamentales. En primer lugar, ¿por qué quieres emprender? Pregúntate cuál es el motivo inicial para montar tu negocio.

En segundo lugar, deberás plantearte qué tipo de negocio deseas. ¿Quieres un lifestyle business? Es decir, un negocio que te proporcione buen sueldo, pero que no necesariamente tenga un potencial muy grande. O por el contrario, ¿quieres crear un negocio para venderlo? Es importante saber qué modelo nos interesa, ya que las decisiones estratégicas que vamos a tomar para montar dicho negocio van a ser diferentes en función del tipo. 

Y, en tercer y último lugar, debes plantearte qué modelo de acción quieres seguir. Será importante que sepas si vas a iniciar tu negocio como «bootstrapping» (empiezas tu negocio con tu propio dinero y con el de tus clientes), o con inversión de terceros.

Al plantearnos estas tres cuestiones, sabremos:

• qué dirección estratégica queremos tomar,
• qué tipo de negocio queremos emprender
• y cuáles van a ser los pasos que debemos seguir para hacerlo.

Recordar el por qué hacemos las cosas durante todo nuestro proceso de emprendimiento nos ayuda mucho a mantener la motivación, a no decaer y a seguir adelante.

Puntos que debe tener una idea de negocio 

1. Algo que te guste hacer. Tienes que buscar algo que realmente te guste, porque lo vas a estar haciendo durante muchas horas, y habrá momentos muy duros y difíciles que solo aguantarás si lo que haces te apasiona. Identifica tus habilidades y tus pasiones. ¿Tienes alguna habilidad especial que se podría convertir en negocio? ¿Alguien pagaría por ello? 
2. Tener conocimiento sobre el tema. Es importante que hayas trabajado en el sector anteriormente, que conozcas cómo funciona, los problemas que tiene, al tipo de cliente, etc. 
3. Tener acceso al cliente. Si quiero acceder a un determinado mercado tengo que tener acceso a mis potenciales clientes, conocer a mis clientes ideales y poder contactarlos. 
4. Poder resolver una necesidad y que la gente quiera pagar por ello.

Una vez definidos estos puntos, podemos establecer los tres pasos que debemos seguir para decidir una idea de negocio. 

Primer paso: Haz una lista de todas las ideas de negocio que tengas en la cabeza

Comienza a hacer una lista de todos los modelos de negocio que te gustaría valorar y evalúalos para descartar los que tengan menos peso. No hay que dejarse llevar por las modas y tendencias, ya que a lo mejor no se adaptan a ti. Inclínate por modelos de negocio que ya conoces, en los que tienes experiencia y acceso al mercado. 

Segundo paso: Tu experiencia y valor

Una vez definidas las posibles ideas de negocio, vamos a seleccionar cada una de ellas individualmente y a anotar:

• qué experiencia tenemos en el sector,
• qué valor podemos aportar,
• y de qué contactos disponemos para ese nicho concreto.

Esto nos ayudará a ver cuál es la idea que nos gusta más, y despierta en nosotros más ganas y pasión.

Tercer paso: Identifica qué negocio se podría emprender con cada idea de negocio

Desarrollaremos un mini business plan con cada una de las ideas que hemos seleccionado para comprobar la viabilidad del negocio, realizándonos todo tipo de preguntas, como por ejemplo:

• ¿Cuánto podría facturar?
• ¿Qué inversión necesitaría?
• ¿Cómo daría a conocer mi negocio?
• ¿Cómo me diferenciaría de la competencia?

De esta forma, podremos identificar cuál es la idea de negocio ganadora, a la que le ves más potencial, a la que tú puedes aportar más valor, la que te gusta más.

Posteriormente, estudiaremos toda la viabilidad del modelo de negocio de la idea seleccionada. Esto incluye determinar los costes iniciales e inversión que vas a tener que hacer, el tiempo que tardará tu negocio en generar ingresos, y el retorno de dicha inversión. Además, debes considerar si tu idea de negocio es escalable y si es sostenible a largo plazo. Si después de trabajar tu idea compruebas que no es viable, habrá que volver a considerar otras ideas y comenzar de nuevo.