Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad
Tres formas sorprendentemente productivas de reaccionar ante las dificultades
Afrontar desafíos en el trabajo es esencial para el crecimiento y la productividad. Aquí tienes algunos consejos que pueden cambiar la forma en que tú y tu equipo enfrentan las dificultades y obtienen resultados más sólidos.
- Escuchar con empatía y comprensión en lugar de ofrecer soluciones inmediatas puede fomentar un ambiente de colaboración y aprendizaje. Construir una organización de pensadores es más efectivo que depender de expertos individuales.
- Abrazar los errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento en lugar de culparlos o evitarlos. Fomentar un ambiente seguro y curioso puede llevar a innovaciones valiosas y equipos más sólidos.
¿Cómo reaccionas ante esas situaciones? Estas son tres frases que te ayudarán a ti y a tu equipo a pensar con mayor claridad, a mantener conversaciones más útiles y a obtener mejores resultados:
1. «Cuéntame más»
Cuando un miembro de tu equipo está teniendo alguna dificultad, es tentador tratar de buscar una solución, sobre todo cuando tienes más experiencia y recursos. Al hacerlo, no obstante, perdemos oportunidades:
Escucha para crear empatía
Cuando vamos directos a la solución, ponemos el foco en nosotros como expertos, solucionadores o rescatadores. Decir «Cuéntame más», en cambio, nos ayuda a centrarnos en la persona, a escuchar y a entender. Puede que ni siquiera te esté pidiendo una solución, sino simplemente expresando un reto ante el que la empatía o la reafirmación pueden ser mucho más efectivos.
Crecimiento, aprendizaje y la posibilidad de construir una organización de pensadores
A menudo trabajo con equipos en los que hay un par de personas con mucha experiencia que reciben muchas preguntas por parte de otros miembros más jóvenes y menos experimentados. Esto genera bastante frustración, ya que les roba tiempo a la hora de hacer su trabajo. Al mismo tiempo, los más jóvenes no aprenden por sí mismos porque les resulta más rápido preguntar a otra persona. Las empresas más productivas son aquellas centradas en crear una organización de pensadores en lugar de depender de sus superiores y acabar sobrecargándolos.
2. «¿Qué ha pasado?»
¿Qué tan predispuesto estás a cometer errores? ¿Y tu equipo? Tratar de evitar que se produzcan errores parece natural y productivo, pero si somos demasiado reacios a cometerlos, podemos acabar creando un entorno en el que las personas no se sientan seguras. Así es como acabamos presentando actitudes poco productivas: cotilleando, escaqueándonos, echando la culpa a los demás o cayendo en el perfeccionismo y en la falta de confianza.
Resulta mucho más productivo fomentar un entorno abierto y seguro en el que no importe cometer errores. Seguramente tengas que hacer algo para solucionarlos, pero asegúrate de sacar tiempo —con curiosidad, sin juzgar — para preguntar qué es lo que ha pasado,
así es como descubrirás información valiosa que puede traducirse en un aprendizaje personal, un mejor proceso o un equipo más sólido. De hecho, algunas de nuestras mejores innovaciones fueron el resultado de errores.
3. «Esto es parte de mi trabajo»
A menudo vemos las dificultades como interrupciones a nuestro trabajo. Como una piedra en el camino. Como algo que nos impide hacer las cosas. Por lo tanto, lo que solemos hacer es acabar con ellas o evitarlas a toda costa.
Esta es otra forma de verlo: «Esto es parte de mi trabajo»
De este modo, cuando llegue un correo de un cliente insatisfecho, en lugar de responder con frustración y de tratarlo como «otra queja más con la que lidiar», trata de pensar que forma parte de tu trabajo.
Esto te recordará que lo más productivo que puedes hacer no es lidiar con ello lo más rápido posible para poder seguir con tu lista de tareas, sino involucrarte y verlo como una oportunidad de entender y de conectar con tu cliente, de extraer información útil que te ayude a mejorar aún más tu servicio o tu negocio y de reforzar la relación con el cliente y fomentar su fidelidad.
Maximiza tu productividad
Las dificultades pueden afectar a todo el mundo en el trabajo a cualquier nivel: CEO con experiencia, principiantes, personas que empiezan su propio negocio,… Tu instinto natural podría ser evitarlas o quitártelas de en medio lo antes posible, pero si aprendes a prestar atención, a pensar y hablar de ellas con curiosidad en lugar de juzgando, te darás cuenta de que también pueden dar lugar a sorprendentes oportunidades de aprendizaje, crecimiento y productividad.