PSD2: hacia una nueva etapa en servicios de pago
En este post de contenido actualizado te contamos qué es PSD2, la denominación con la que comúnmente se conoce a la directiva que regula los servicios de pago en el mercado interior europeo.
PSD por sus siglas en inglés (Payment Services Directive) y 2 porque sustituyó a una anterior.
Para las empresas va a suponer algunos cambios importantes. Los ámbitos afectados más destacados van a ser los propios pagos y la gestión administrativa. En conjunto, se esperan importantes ventajas, pero también tendrán que afrontar algunos retos.
Una normativa prevista para entrar en vigor este próximo 14 de septiembre, pero que probablemente se retrasará ya que el pasado mes de julio se anunció que la patronal europea de los medios de pago (EPSM por sus siglas en inglés) había solicitado un retraso mínimo de 18 meses para la introducción de las nuevas reglas de Autenticación Reforzada del Cliente.
Y, ahora, esa petición ha sido atendida por lo que, según ha difundido la asociaciónd e empresas de ecommerce Ecommerce Europe a sus asociados, la mayoría de los países del Espacio Económico Europe aplicarán una moratoria la entrada en vigor de la PSD2 en su totalidad, que oscilará entre los 9 meses, opción recomendada por la EBA (Autoridad Bancaria Europea), y los 18 meses.
¿En qué estado se encuentra la aplicación de la PSD2?
El punto de partida fue la directiva de 2007, conocida como PSD1. Aquella directiva tenía como finalidad crear un mercado único de servicios de pago en la UE. En España propició la aprobación de una ley de servicios de pago, que próximamente será sustituida por una nueva.
En estos años, la transformación digital y las novedades en el sector financiero hacían necesaria una actualización. Ese es el objetivo de la PSD2: dar validez a un marco que se ha quedado anticuado por factores como:
- Las innovaciones técnicas
- El incremento de los pagos móviles y electrónicos
- La aparición de nuevos tipos de servicios de pago
- Las nuevas necesidades en materia de seguridad
- Las lagunas legales en los países de la UE que dificultan la uniformidad del marco regulador
La directiva PSD2 se materializó en realidad el 25 de noviembre de 2015. Sin embargo, dado que se trata de una directiva, es necesario que se transponga a los diferentes estados miembros a través de normas nacionales. El plazo para hacerlo terminaba el día 13 de enero de este año.
Sin embargo, en el caso de España, todavía no se han aprobado tales normas. En estos momentos, el plan normativo 2018 del Gobierno de España incluye tanto una ley como un reglamento de desarrollo. Por tanto, posiblemente, se podrían aprobar a lo largo de este mismo año. Además, por el anteproyecto que ya conocemos, que se prevé que tras su aprobación, la ley entre en vigor a los tres meses de su publicación.
La directiva se centra en regular relaciones entre empresas, particulares y otras personas y entidades privadas. Eso hace que, a pesar de que no se ha transpuesto en fecha, de momento, su aplicación sea muy limitada. En este tipo de relaciones, de acuerdo con la jurisprudencia del TJUE, no se puede invocar ante los tribunales una directiva no transpuesta.
Los principales puntos de interés de la PSD2 para las empresas
La PSD2 trae un gran número de novedades. Entre las que más interés suscitan en las empresas encontramos las siguientes.
Nueva regulación para nuevos servicios de pago
Los servicios de pago han tenido en los últimos años diversas novedades que ahora encuentran una regulación concreta con la PSD2. Entre ellos encontramos los de iniciación de pagos y los de información sobre cuentas.
Los servicios de iniciación de pagos permiten al proveedor dar al beneficiario de la orden de pago la seguridad de que el pago se ha iniciado. Con ello se pretende dar un incentivo al beneficiario para que entregue el bien o preste el servicio sin dilación indebida. Son una solución de bajo coste tanto para los comerciantes como para los consumidores. Además, ofrecen a estos últimos la posibilidad de hacer compras online aun cuando no posean tarjetas de pago.
Los servicios de información sobre cuentas proporcionan al usuario del servicio de pago información agregada sobre una o varias cuentas de pago mantenidas en sus proveedores de servicios de pago, lo que permite tener en todo momento una visión global e inmediata de su situación financiera.
¿Menores costes en servicios de pago?
Se pretende una mayor competencia que contribuya a la reducción del precio de los servicios de pago. Para lograr ese objetivo, las medidas que promueve la directiva se orientan en diferentes direcciones:
- Que las entidades de crédito tengan que ofrecer colaboración en algunos aspectos a los nuevos proveedores de servicios de pago
- Regular nuevas formas de prestar servicios de pago que carecían de una regulación clara
- Incrementar la homogeneidad entre las normativas nacionales con el fin de reducir los costes de prestar servicios en diferentes países
¿Propiciará servicios de mayor calidad?
Es posible. Por un lado, reforzará los requisitos de protección, especialmente para los consumidores, en los nuevos servicios de pago. Eso debería, por ejemplo, impactar en una experiencia más segura y satisfactoria en el comercio electrónico o en el pago electrónico de toda clase de bienes y servicios.
Al mismo tiempo, los operadores tradicionales del sector, como las entidades de crédito, están lanzando nuevas propuestas. Son conscientes de que el emprendedor actual quiere mayor agilidad y comodidad en el movimiento de fondos en las transacciones de bienes y servicios, pero también de los datos que se generan. Y, además, reclaman la máxima seguridad. Demandan una mayor automatización y herramientas que faciliten sacar provecho en la gestión del análisis de los datos bancarios.
Además, la directiva PSD2 pretende abrir camino a las posibilidades de colaboración entre los agentes tradicionales del sector y los nuevos. Los bancos deben facilitar a estos nuevos proveedores de servicios de pago la información que tienen de sus clientes siempre que éstos lo autoricen y se cumpla con los requisitos de seguridad.
El impacto en la gestión
Los datos bancarios son muy importantes en ámbitos como la contabilidad, la gestión de tesorería y en los procesos de pago. Con la directiva PSD2 se pretende crear un marco que facilite la creación de nuevas herramientas que permitan realizar esas tareas de forma cada vez más invisible, eficiente e inteligente.
Eso exige, por un lado, automatización. Los datos pueden dirigirse simultáneamente a diversas tareas. Las empresas pueden contar con servicios prestados por diferentes proveedores que requieren el empleo de unos mismos datos y una “jungla” de autorizaciones no debe ser obstáculo para la automatización.
Pero, por otro lado, se busca mantener las máximas garantías de seguridad posibles en el movimiento de datos y dinero. Eso es muy importante tanto para las empresas como para los clientes. Las orientaciones de esas medidas de seguridad se basarán en:
- Algo que tenga que ver con nosotros (como nuestra huella dactilar o nuestro iris)
- Alguna cosa que poseamos (como nuestro smartphone o una tarjeta)
- Algo que conozcamos (como una contraseña)
El fin de los recargos por el empleo de un instrumento de pago
Los beneficiarios de operaciones de pago (como comerciantes o prestadores de servicios, por ejemplo) no podrán exigir al ordenante (su cliente) el pago de gastos o cuotas adicionales por la utilización de cualesquiera instrumentos de pago.
Eso significa que, por ejemplo, no podrán cobrar un recargo por el empleo de tarjeta. Eso tiene una implicación en materia de costes, ya que no todos los instrumentos de pago generan los mismos costes.
Pero también tiene una implicación en materia de competencia. Que en unos países puedan existir recargos y en otros no, puede generar distorsiones, especialmente en el comercio electrónico.
El efecto de la PSD2 en las microempresas
La nueva directiva de servicios de pago que ahora habrá de transponerse recoge un nivel especial de protección para los consumidores. Los contratos entre empresas y otras organizaciones no estarán tan sujetos a las mismas restricciones, sino que disfrutarán de una mayor libertad para establecer sus disposiciones. En el caso de las microempresas, los estados miembros tienen la posibilidad de atribuirlas el mismo nivel de protección que a los consumidores.
La PSD2 tardará aún algunos meses en desplegar todos sus efectos. Sin embargo, ya viene abriendo una nueva etapa en servicios de pago. Los proveedores de servicios de pago (los tradicionales y los modernos) han iniciado una carrera tecnológica. El objetivo es ofrecer mayor seguridad, mejor experiencia y poder cumplir con el nuevo marco que exigirá más colaboración.