Pensando en el futuro: ¿quieres aumentar tu base de cotización?
Explicamos los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta antes de decidir un posible aumento de cotización.
- No lo veremos reflejado de forma inmediata, ya que existen unos plazos para que surja efecto
- De la base de cotización dependerán prestaciones como las de jubilación, maternidad o paternidad, riesgo durante el embarazo, cuidado de menores con cáncer u otra enfermedad grave, incapacidad temporal o permanente, lesiones permanentes no invalidantes, muerte y supervivencia o cese de actividad.
Cuando comenzamos nuestra trayectoria profesional, sí es lógico fijar una base mínima de cotización con el fin de pagar lo mínimo, ya que los comienzos nunca fueron fáciles. Pero, conforme pasan los años y la facturación aumenta, entonces es momento de darle una vuelta a la base de cotización.
¿Por qué? La base de cotización es la referencia para calcular nuestra cuota de autónomos. Ahora bien, también representa un importante activo para nuestro futuro como autónomos e, incluso, de cara a la jubilación. Por ello, aprovechemos que podemos elegir cuánto queremos cotizar dentro de los rangos que determinan las normas cada año y pensemos si estamos en la base de cotización adecuada.
Novedades en la cotización del autónomo en el 2019
Las cuotas de cotización han aumentado en cuantía desde el 1 de enero del 2019 con el fin de tener derecho a más prestaciones sociales. De esta forma, la base mínima aumenta un 1,25% hasta situarla en el 2019 en 944,40 euros para hacer frente a estas nuevas prestaciones que detallamos a continuación:
- Cobrar desde el primer día que se curse baja la prestación por accidente de trabajo o enfermedad profesional.
- Paralización del pago de la cuota de autónomos a partir de los 61 días de baja por incapacidad temporal y hasta el momento del alta.
- Acceso a la formación continua.
- Mayor acceso a la prestación por cese de actividad, cuya duración aumenta de 12 a 24 meses.
Plazos para solicitar el cambio de base de cotización
Podemos realizar hasta cuatro cambios anuales en nuestra base de cotización de autónomo. No obstante, el cambio no lo veremos de forma inmediata. Veámoslo en detalle:
- Si solicitamos el cambio entre el 1 de enero y el 31 de marzo, nuestra nueva base se hará efectiva a partir de abril
- Si lo solicitamos del 1 de abril al 30 de junio, se hará efectivo el 1 de julio.
- Entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, el cambió surtirá efecto a partir del 1 de octubre.
- Entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, el cambio se hará efectivo el 1 de enero.
Por lo tanto, si queremos aumentar nuestra base de cotización de forma inminente, tenemos hasta el 31 de marzo para verlo hecho realidad en abril.
Además, existe la posibilidad de que establezcamos una revalorización automática de tu base de cotización. Mediante este sistema, cada año, la Seguridad Social aumentará de manera automática nuestra base de cotización como autónomo, tomando como base el aumento del IPC. Así, podemos ir cotizando más sin tener que realizar ningún papeleo extra cada año.
Cómo cambiar la base de cotización
Este es uno de los trámites que debemos hacer online desde la Sede Electrónica de la Seguridad Social, tras la entrada en vigor de la obligatoriedad de los autónomos de hacer gestiones online desde el Sistema RED o SEDESS. En el siguiente enlace facilitamos el enlace directo a la página de cambio de base de cotización. Para ello, será necesario que dispongamos de certificado digital, usuario y contraseña o cl@ve.
¿Por qué aumentar la base de cotización?
A primera vista, podemos pensar que cuanto menor sea la cuota que paguemos mejor.Es más, alrededor de un 86% del colectivo suele cotizar por la base mínima.
Sin embargo, debemos darnos cuenta de que existen una serie de problemas si cotizamos por la base mínima de autónomos. Las consecuencias directas de esto son pensiones de jubilación pobres, a pesar de tantísimos años de trabajo o, si cogiéramos una baja laboral, importes de prestaciones muy bajos, ya que esta se calcula en función de los que paguemos.
Por ello, siempre es aconsejables ir aumentando la base de forma progresiva, dependiendo de los ingresos. Recordemos que es algo que podemos dejar establecido de forma automática. Resumiendo, las principales ventajas de aumentar la base de cotización son las siguientes:
- Jubilaciones más altas: cotizar en la base mínima o en bases bajas hará que pasemos muchos años trabajando para tener una jubilación bastante ajustada.
- Si caemos de baja, cobraremos más por la cobertura de incapacidad temporal. Las coberturas sociales junto con la base de cotización son decisivas para saber cuánto cobraremos en caso de caer enfermos. Si cotizásemos por la mínima, no solo perderemos ingresos por tener que parar nuestro negocio, sino que, además, cobraremos la mínima prestación.
- En cuanto a la cotización por cese de actividad, recibiremos una ayuda acorde a lo cotizado. ¡Cuidado! Porque si creemos que el negocio va mal y vamos a cerrar, para recibir una cuantía de esta prestación deberemos haber cotizado un mínimo de 12 meses.
Meditar detenidamente cómo prepararnos ante la jubilación y situaciones adversas como la incapacidad o un posible cese de actividad nos ofrece la tranquilidad de saber que estamos haciendo lo más adecuado para nuestro caso.