Ocho trucos que te ayudarán a negociar tu propio despido
Conoce los trucos que te ayudarán a negociar un despido de forma pacífica y a alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Tener que reducir la plantilla de tu empresa no es agradable. Te contamos varios consejos para que el proceso sea más sencillo.
- Si tu empresa no está atravesando un buen momento y tienes que disminuir el personal, o hay algún trabajador que está incumpliendo su contrato, es necesario que actúes con cautela.
- Un despido no es un momento fácil para nadie y saber gestionarlo te ayudará a que no se genere mal ambiente laboral.
Si algún trabajador de tu organización no se encuentra cómodo en su puesto de trabajo, o la empresa no va bien y es necesario reducir gastos, quizás ha llegado el momento de actuar y negociar el despido. Tanto las empresas como las personas que trabajan en ellas atraviesan periodos buenos y malos y debemos saber afrontarlos.
- 1. Una situación incómoda para todos
- 2. Acuerdo transaccional de despido: cuando ambos están de acuerdo
- 3. Averigua los motivos de tu empleado
- 4. Cláusulas de confidencialidad y no competencia
- 5. Ratificar los acuerdos en el Tribunal de Arbitraje al negociar un despido
- 6. Elabora correctamente la carta de despido
- 7. Ofrecer un servicio de recolocación
- 8. Nunca simules un despido
En el caso de los empleados, puede caer su motivación y su productividad; y en el supuesto de la compañía, puede que se reduzcan los beneficios, no pueda hacer frente a los costes laborales y se ve forzada a reducir personal Si la situación afecta a un número sustancial de empleados, se deberá tramitar un Expediente de Regulación de Empleo, ERE. Los trabajadores se pueden acoger voluntariamente o ser designados por la empresa.
¡COMPARTE! Reducir la plantilla no es fácil, pero estos consejos harán que el proceso de negociar un despido sea más llevadero. Descúbrelos ahora y gestiona despidos de manera efectiva.
1. Una situación incómoda para todos
Lo primero que debemos tener claro para negociar el despido es que es una situación difícil para todos. La empresa pierde a un empleado con el que se ha podido generar una relación de confianza y en el que ha invertido esfuerzo, tiempo y dinero. Por su parte, el trabajador pierde su empleo y se enfrenta a una incertidumbre: una situación de paro o de entrada en una nueva empresa. Por lo tanto, la empatía entre las dos partes de la negociación es fundamental para alcanzar un acuerdo que beneficie a ambos.
Como empresario debes ponerte en la posición de la persona que ha trabajado en tu empresa y entender sus motivaciones.
2. Acuerdo transaccional de despido: cuando ambos están de acuerdo
En este caso, la empresa y el empleado llegan a un acuerdo, por el que la primera paga una indemnización a cambio de reconocer una serie de hechos, así como la renuncia a reclamación posterior a través de los tribunales. El trabajador reconoce mediante este acuerdo las causas de su despido improcedente. La compañía se asegura que no habrá una reclamación judicial posterior.
Se suele decir que “más vale un mal pacto que un buen juicio”, ya que siempre llegar a un procedimiento judicial significa invertir tiempo y dinero y conseguir un resultado que no siempre es satisfactorio. Por lo tanto, es esencial agotar la vía amistosa y recurrir a asesores legales expertos para evitar una demanda judicial.
3. Averigua los motivos de tu empleado
En numerosas ocasiones, el empresario puede pensar en el despido y, realmente, se podría evitar sabiendo qué le ocurre el empleado. Por ejemplo, puede que no esté de acuerdo con sus funciones o con su retribución y eso haya reducido su motivación y su productividad. Para evitar esto es necesario que el empresario o el responsable de recursos humanos hable con la persona implicada y analice qué es lo que necesita el trabajador y cómo ayudarle. Puede que un cambio de puesto, de equipo o una formación adecuada, eviten el despido.
4. Cláusulas de confidencialidad y no competencia
Si no es posible el acuerdo con el trabajador, es necesario que analices el contrato firmado y las cláusulas que contiene, como las de confidencialidad o no competencia. En general, este tipo de condiciones comprometen al trabajador una vez finalizada la relación laboral a no revelar datos o trabajar en empresas de la competencia durante un tiempo. El objetivo no es forzar al trabajador a que se quede sino, considerar esas cláusulas como parte de la negociación y ver qué se puede pactar para no producir un perjuicio a la compañía ni al empleado.
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5. Ratificar los acuerdos en el Tribunal de Arbitraje al negociar un despido
Siempre es necesario que, una vez alcanzado el acuerdo, este se ratifique ante un Tribunal de Arbitraje, que es un organismo que depende de cada autonomía. En este supuesto, trabajador y empresa firman el pacto que regulará la resolución del contrato de trabajo. Tiene que constar el reconocimiento por parte del trabajador de la causa manifestada en la carta de despido y de los hechos que en su caso se le imputen.
También debe quedar reflejado el importe de la indemnización y su aceptación por parte del trabajador. En caso de que sea inferior o superior a la que corresponda legalmente, es necesario hacerlo constar.
6. Elabora correctamente la carta de despido
Para elaborar correctamente una carta de despido deberás:
- Leer atentamente el contrato de trabajo firmado y el convenio colectivo aplicable.
- Incluir todos los datos de la empresa, del trabajador y los motivos del despido (es importante recopilar pruebas de forma legal para fundamentar el despido).
- Consultar con un abogado laboralista externo que te ayude y asesore con el trámite para alcanzar un acuerdo satisfactorio.
Consejo esencial: consulta siempre con un abogado laboralista que te ayude a negociar el despido y a alcanzar un acuerdo extrajudicial.
7. Ofrecer un servicio de recolocación
Si el acuerdo con el trabajador no es posible y se le debe despedir, puedes ofrecerle un servicio de recolocación. Suele prestarse por empresas externas que forman a los trabajadores y les ayudan en su búsqueda de nuevo empleo. Es una manera de empatizar con el trabajador y ayudarle.
8. Nunca simules un despido
Es importante evitar la práctica llamada “arreglar los papeles del paro”, ya que se trata de una práctica ilegal. Consiste en llegar a un acuerdo para realizar un despido improcedente con causas que no son reales. El trabajador cobra el paro y la empresa se ahorra la indemnización. Esta práctica puede provocar sanciones tanto para la empresa como para el empleado.
Negociar un despido nunca es una situación sencilla. El empleado se puede sentir indefenso, salvo que contrate a un abogado laboralista. Y es que, posiblemente, sea la primera vez que se enfrenta a esta circunstancia. El departamento de recursos humanos de la empresa, sin embargo, ya habrá participado en otros procesos similares y tendrá más experiencia. Por lo tanto, la empatía y la búsqueda del acuerdo son fundamentales.
Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2024 por su relevancia.