Cinco formas de subirle la moral a los empleados
Aunque trabajes en lo que siempre soñaste, la monotonía del día a día puede ser agotadora. Para las empresas es muy importante preocuparse de que la moral de los empleados se mantenga alta. De nada sirve tener al mejor comercial del mundo si le falta motivación.
Según un estudio publicado por la Universidad de Warwick en 2010, la productividad de los empleados que están contentos en su trabajo aumenta un 12 por ciento, mientras que baja un 10 por ciento en los que no lo están.
“La razón parece ser que los trabajadores más contentos utilizan el tiempo de que disponen con mayor eficacia, aumentando el ritmo al que pueden trabajar sin sacrificar la calidad”, explicó Daniel Sgroi, doctor en el departamento de Economía de la Universidad de Warwick.
A continuación te mostramos cinco formas de mejorar el estado de ánimo en el trabajo:
1. Conviértelo en una competición
Una forma excelente de motivar a los empleados y también mejorar su rendimiento es crear desafíos en el lugar de trabajo. Por ejemplo, desafía a tus trabajadores a dar cierto número de pasos durante la semana laboral para que estén en mejor estado físico.
Un estudio de 2016 de Limeade mostró que el 52 por ciento de las empresas de Estados Unidos utilizan competiciones por equipos dentro de sus programas de motivación de los empleados. Los premios no siempre son necesarios en este tipo de competiciones. La inversión de recompensar a un empleado con una sencilla tarjeta regalo al mes puede rentabilizarse con creces si la plantilla trabaja con su máxima eficiencia en pos de ganarla.
Crea un ambiente donde se recompense el buen estado físico y el rendimiento. Los programas que promueven la salud en el centro de trabajo son una forma estupenda de motivar a los empleados a tener un estilo de vida saludable. Nunca está de más incentivar el trabajo bien hecho.
2. Lanza un programa de voluntariado entre los empleados
Los programas de voluntariado de empresa son muy buenos para mejorar las habilidades de los empleados y el espíritu de equipo. Como parte de la familia Sage, nunca me sentí más próximo a la empresa y a mis compañeros que cuando trabajábamos codo con codo echando una mano en una obra benéfica de la zona. Eso crea unos lazos entre los compañeros que nunca se conseguirían con solo trabajar juntos.
Dar tiempo remunerado libre a los empleados para que colaboren con alguna organización benéfica local es una de las mejores inversiones que puedes hacer. No solo para ti o tu empresa, sino también para la comunidad en su conjunto. Tus trabajadores volverán de esa experiencia con una actitud positiva hacia ellos mismos y hacia la empresa.
3. Comunicación
No tengas miedo de hablar con tus trabajadores a lo largo de todo el día. Comenta las tendencias del sector o cosas de interés que estén de actualidad. En algunas empresas se desalientan las conversaciones entre empleados o el intercambio de mensajes en la oficina, pero estas prácticas permiten que se forjen amistades entre el personal de toda la empresa. Nunca se sabe cuándo alguien tiene un día difícil y así se brinda a los empleados la posibilidad de animarse los unos a los otros cuando están decaídos.
4. Reconocimiento
Siempre me sorprende oír a los amigos y familiares que en el trabajo raramente o nunca les reconocen en público sus éxitos profesionales u otros logros importantes, el tipo de cosas que deberían celebrarse. ¿Para qué trabajar duro por un objetivo si la reacción es la misma, se consiga o no?
Una investigación del Westminster College puso de manifiesto que el 69 por ciento de los empleados trabajarían más si creyeran que sus esfuerzos se valorarían mejor y hubiera una mayor probabilidad de seguir en la empresa a largo plazo. No esperes a reconocer a tus empleados por su trabajo. Para ello, elabora una lista de criterios para merecer el reconocimiento, establece un plazo para el premio, convierte la experiencia en algo personal y haz que resulte divertida.
5. Integridad
Al valorar la ética en el trabajo, los empleados siempre se fijan en los directivos. Así que, para ser líderes de verdad, los miembros del equipo directivo deben actuar con ética e integridad. Una empresa que toma decisiones injustas y poco éticas acabará con la moral de los empleados. Promover un ambiente de honradez no solo mejorará el estado de ánimo de los empleados, sino que también realzará la posición de la empresa ante los clientes.