Los otros costes de contratar personal
Muchos empresarios se plantean cómo afectaría a sus costes ampliar personal. Existen costes evidentes, como los salarios y las cotizaciones a la Seguridad, y otros costes de personal no tan evidentes, pero que pueden tener una influencia decisiva.
Estos otros costes de personal son importantes en la toma de decisiones. El empresario debe introducirlos en las valoraciones que tiene que hacer para decidir si es pertinente efectuar contrataciones o despidos.
Los otros costes de personal al aumentar o reducir la plantilla
Existen costes que están íntimamente ligados a los trabajadores. La empresa debe incurrir en ellos para que puedan desarrollar su labor o para que lo hagan de la mejor forma posible.
Otros costes no están ligados al propio trabajador, sino al hecho de que, al variar el tamaño de la plantilla, se modifica el tamaño de la empresa y ese cambio tiene diversas implicaciones para la compañía.
Al decidir variar la plantilla o la jornada laboral de esa plantilla, se modificarán los salarios y cotizaciones que pagan las empresas. Pero no siempre los otros costes de personal sufrirán una variación de la misma magnitud. La consecuencia, en estos casos, es inmediata: las contrataciones o despidos efectuados tienen un impacto diferente en los costes de la empresa de la suma de salarios y cotizaciones.
Y, por supuesto, además de los efectos sobre los costes, las decisiones sobre la carga de trabajo de la empresa deben tener en cuenta el impacto en la capacidad de producir y generar ingresos que tenga la decisión de incrementar o reducir la plantilla.
Algunos ejemplos de otros costes de personal
Estos son algunos de los ejemplos de otros costes de personal que influyen en la toma de decisiones laborales.
El espacio físico
Muchas empresas tienen margen para incrementar personal sin que ello suponga un aumento de los requerimientos de espacio. Por ejemplo, una pequeña tienda puede contratar personal de refuerzo sin requerir un local más grande. Los nuevos trabajadores pueden contribuir a generar ingresos sin requerir mayores inversiones en este sentido.
Sin embargo, determinados incrementos de personal hacen necesario ampliar los locales de negocio de la empresa. Existen diversas alternativas: abrir un nuevo local de negocio conservando las instalaciones actuales, efectuar una ampliación (si es posible) del local, realizar un traslado…
Dependiendo de la opción tomada, la vuelta atrás puede ser irreversible. Por ejemplo, si ampliamos las instalaciones, en la mayoría de los casos, el coste no será recuperable si, posteriormente, se reduce la plantilla. La parte que nos sobra para un tamaño más reducido de la empresa no será sencilla de vender o arrendar.
Los costes de formación
La formación de los trabajadores es, en general, una inversión para la empresa. Se trata de un sacrificio que hace hoy la empresa para lograr en el futuro trabajadores más productivos y que proporcionen mayor beneficio para la empresa.
Pero esa formación que, además tiene un coste, no es controlable por la empresa. Una vez el trabajador ha adquirido una determinada formación, se convierte en «dueño» de ese conocimiento.
La mayoría de los costes de formación del nuevo personal son irrecuperables, salvo algún caso, como, por ejemplo, cuando tras el fichaje por otra empresa, la anterior tenga derecho a alguna clase de indemnización.
Las dietas
Al contrario que los salarios, las dietas no retribuyen el trabajo propiamente dicho, sino que indemnizan los gastos ocasionados por su realización. Pero las dietas son muy frecuentes en la realidad de la mayoría de las empresas.
En muchas empresas las dietas crecen en menor proporción que los salarios al incrementarse la plantilla. La razón es sencilla: al aumentar el tamaño de la empresa, se encuentran mejores modelos organizativos para evitar los gastos de los trabajadores.
Los gastos de vestuario
Bien por motivos técnicos, de seguridad, higiene, ergonomía o bien por la exigencia de una determinada imagen, las empresas pueden tener que gastar dinero en el vestuario de sus trabajadores.
Una parte del coste del vestuario puede no variar cuando se producen incrementos o disminuciones de plantilla. Ese es el caso, por ejemplo, de los costes de diseño, cuando hay que realizar una inversión en diseño del vestuario acorde a la imagen de la empresa. Normalmente, si se contrata más trabajadores, las nuevas prendas se confeccionarán según los mismos criterios, no será necesario gastar en nuevos diseños, sino solamente en nuevas prendas de los modelos ya diseñados.
Con frecuencia, el vestuario debe ser analizado para corroborar que cumple con requisitos técnicos, de seguridad, ergonomía, etc. Normalmente, las técnicas de análisis estadístico nos permiten inferir si el conjunto de las prendas cubre los requisitos, sin tener que analizar una a una. Si las prendas que llevan los nuevos trabajadores se enfrentan a los mismos usos y condiciones que los que ya trabajaban en la empresa, el coste de esta clase de análisis no tiene necesariamente que crecer cuando se incrementa la plantilla.
Los requerimientos y oportunidades ligados al número de trabajadores
En las leyes, en convocatorias públicas, e incluso de instituciones privadas, se observa con cierta frecuencia que uno de los requisitos es sobrepasar un determinado número de trabajadores. En otros casos, el requisito es el contrario: no llegar a una determinada cifra.
Dependiendo del contexto en el que se mueva la empresa, ampliar o reducir plantilla puede significar un cambio en su situación. Por lo tanto, la empresa debe incluir estos costes o beneficios en sus cálculos a la hora de tomar una decisión sobre la alteración del número de trabajadores.
Un caso habitual es el de las pymes que cuentan con ventajas por su número de trabajadores. La paradoja está en que los requisitos para acceder a esas ventajas puedan, en algunos casos, impedir el crecimiento que permita mejorar la productividad de la empresa.
Los trabajadores son un elemento central en la gestión de las empresas. Por ello, las decisiones que afectan a los trabajadores tienen un impacto en diferentes categorías de costes de la empresa que se deben ponderar al tomar decisiones laborales.