Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad
La habilidad secreta de la persona más productiva del mundo
La clave para ser productivo radica en mejorar tu capacidad de enfoque: sin foco, estás condenado a la mediocridad.
- Esta habilidad está totalmente infravalorada, cuando en realidad es un factor determinante para lograr la máxima excelencia.
- En el mundo actual ya no podemos ser mediocres, tenemos que conseguir resultados de calidad.
Contenido del post
El foco es la habilidad más ninguneada por la mayoría de los profesionales, quienes piensan que para nada es una prioridad para optimizar sus resultados de su negocio.
Por foco entendemos la capacidad de dirigir nuestra capacidad de atención hacia un estímulo concreto, es decir, de poder permanecer atento a una sola cosa el tiempo que decidamos nosotros.
¿Sabes qué?
Igual que invertimos gran parte de nuestro tiempo en mejorar habilidades como productividad personal, liderazgo, gestión emocional… resulta que no le dedicamos ni un segundo a mejorar nuestra capacidad de foco.
¿Por qué?
Lo vemos como si se tratara de un tema irrelevante, como si esto ya viniera entrenado de casa. Pero hoy sabemos que no es así.
Las cifras asustan (mucho):
- Nos distraemos cada 40’’ cuando estamos delante la pantalla.
- Cambiamos de aplicación hasta 500 veces al día en diferentes dispositivos.
- Consumimos más de 7 horas de contenido digital diario.
- Recibimos 11 millones de bits de información diarios.
Tu capacidad de foco ya es el atributo más importante en la nueva economía mundial: ni dinero ni poder.
Todas las marcas y profesionales luchan por tu atención, e incluso nosotros mismos batallamos cada día para llamar la atención en distintos ámbitos. Internet es una fuente infinita de estímulos que reclaman tu atención. Obviamente, toda esa atención tiene un fin económico y reputacional.
1)¿Por qué te distraes?
Estas son algunas de las razones por las cuales te distraes cuando trabajas:
- Reconocimiento social: miramos las redes sociales y el correo electrónico porque nos interesa saber (y asegurarnos de) que nuestro entorno social nos valora. Saber que alguien te escribe y se preocupa es una fuente de ‘satisfacción’ para sentir que lo que haces tiene sentido (aunque eso suponga que te distraigas).
- Afiliación: una de las cosas más potentes que busca una persona es generar vínculos que le generen satisfacción y seguridad. Revisar el teléfono, consultar las redes sociales o intercambiar mensajes con alguien son actos inconscientes para construir relaciones saludables en el tiempo (y consolidarlas a medio y largo plazo).
- Identidad: aunque nuestra propia identidad la hemos creado nosotros, nos interesa observar las acciones de otras personas para sentirnos mejor y saber que vamos en la dirección adecuada. Aunque no haya ninguna identidad mejor que otra, en general, nos comparamos con otras personas para validarnos a nosotros mismos.
- Control (miedo): revisar el teléfono o mirar las redes sociales nos da la ‘seguridad’ de que no nos perdemos nada y de que seguimos conectados con nuestro entorno.
Estas razones son un torpedo en la línea de flotación de nuestro foco.
Si bien es cierto que son deseos humanos y nos hacen sentir bien, la verdad es que nos generan un nivel de distracción que impacta directamente en la calidad de los resultados del negocio.
¿Cómo podemos recuperar el foco en un entorno híper-estimulado?
Aquí van siete recomendaciones para incrementar tu capacidad de foco y multiplicar tu rendimiento.
2) Siete consejos para aumentar tu enfoque y rendimiento
- Visualiza la intención de lo que estás haciendo: la intención es una habilidad mental para conseguir enfocarte en la próxima acción. Tenemos una tendencia natural a pensar en el futuro, siendo un obstáculo para actuar con claridad en el ahora. Desarrollar tu intención es un paso previo fundamental para entrar en modo de foco total. ¿Por qué estás haciendo lo que estás haciendo?
- Toma el control de los 0,2 segundos: tu cerebro te está manipulando constantemente. No obstante, hay una pequeña puerta a la esperanza cuando decides tu próxima acción. Cuando decides tu próxima acción, suelen pasar 0,5 segundos de media desde que la piensas hasta que la ejecutas. Los primeros 0,3 segundos son automáticos, no puedes modificarlos. En cambio, en los siguientes 0,2 segundos sí que tienes margen de maniobra. ¿Qué vas a hacer con esos 0,2 segundos donde puedes decidir tu próxima acción?
- Regula tu energía mental: llegar a un estado de foco total está muy vinculado a tu energía mental de ‘ese’ momento. Cada persona tiene más o menos energía mental según la hora del día, por lo que primero deberías identificar cuáles son las horas más productivas. Si eres una persona vespertina e intentas lograr tu máximo foco por la mañana, lo más probable es que no termine funcionando y obtengas peores resultados. Equilibrar tu energía mental con tu intención es un binomio ganador.
- Reduce todas las distracciones tanto físicas como digitales: el minimalismo de estímulos es una ‘protección’ necesaria para lograr el máximo nivel de atención. Si te dejas seducir constantemente por los cantos de sirena digitales, acabarás atrapado en el temeroso mundo de las distracciones constantes.
- Desconecta el piloto automático: ¿cuántas cosas haces sin pensar? Se llaman hábitos, y la mayoría son inconscientes. Ahora bien, a veces merece la pena ser un espectador de nuestra propia vida. Te planteo el siguiente ejercicio: durante una semana, cada día dedica un momento al día (10 minutos) a describir tu vida -por escrito- como si fueras un espectador externo de tu propia vida. No hace falta que sea muy extenso, con una página sería suficiente. Este ejercicio es mejor si lo haces por la noche, ya que tendrás toda la ‘radiografía mental’ de tu día todavía activo y te acordarás de la mayoría de las experiencias que hayas vivido durante el día. Cuando hayas terminado el ejercicio, plantéate las siguientes preguntas: ¿Qué te ha gustado más de lo que has hecho durante el día? ¿Qué te ha gustado menos? ¿Qué harías diferente la próxima semana?
- Busca la mente dispersa con intención: tu cerebro necesita desconectar sí o sí. Si no lo haces tú, lo hará él sin consultarte. Es preferible bloquear tu agenda y dedicar un espacio a no hacer nada de manera consciente. La observación es una fuente de energía, ya que la actividad constante (sin parar) termina afectando a tu rendimiento cognitivo.
- Consume más contenido de valor: aunque no soy nadie para decirte qué es lo que deberías consumir (a nivel de contenido), el tipo de contenido que miras determina (parte) de tus patrones de pensamiento. Cada contenido te ‘obliga’ a tomar una decisión, por lo que requiere que le dediques una parte fundamental de tu atención. ¿Qué tipo de pensamientos te aporta leer este artículo sobre atención y foco?
Te lo digo con todo el cariño del mundo: puede ser un excelente profesional, pero como seas incapaz de estar enfocado cinco minutos, todo ese potencial se convierte en mediocridad.
No lo pienses más… ¡Invierte en la competencia profesional más importante de todas!