Estos son los ochos puntos de los que hay que hablar sí o sí cuando se debate sobre el sistema de módulos
Explicamos los principales puntos del debate sobre qué papel deben tener los módulos en la tributación de los pequeños negocios.
- El avance tecnológico hace más factible la modernización del régimen de estimación objetiva
- La estimación directa ofrece un gran conjunto de datos cuya relevancia va más allá de lo fiscal
La tributación mediante estimación objetiva por módulos ha sido un foco de debate durante muchísimos años. Tanto es así que hasta hace pocas fechas se seguía discutiendo si reducir el límite del volumen de ingresos anuales desde 250.000 hasta 150.000 euros.
Finalmente, se ha decido mantener el límite, pero el debate, seguramente, continuará vivo por mucho tiempo. Existen razones a favor tanto de su mantenimiento o potenciación como de la progresiva eliminación de este método.
1) La simplicidad de cargas administrativas
Las obligaciones formales son una fuente de costes e incertidumbres para muchos pequeños emprendedores. No solamente es una cuestión de tiempo y recursos empleados en su cumplimiento, sino también de falta de conocimiento y temor ante las consecuencias de un posible error para su tributación.
Constituyen un freno al emprendimiento y los módulos son, en ese sentido, un instrumento para aliviarlo. Por ejemplo, es un hecho que no pocos potenciales emprendedores prefieren desarrollar una actividad por cuenta ajena para evitar tener que responsabilizarse de un conjunto de obligaciones que puede que no entiendan.
Además, los módulos están pensados para aliviar la carga de presión fiscal indirecta a negocios que se caracterizan por su pequeño tamaño y que, por tanto, tienen menores recursos para atender las necesidades de trabajo administrativo que genera la llevanza por cuenta propia de las obligaciones formales derivadas de la estimación directa o el contacto con asesores que les ayuden no solamente a estar al día, sino a llevar adelante la transición de tributar en módulos a hacerlo en estimación directa.
2) La modernización de la gestión
Si bien es cierto que los módulos representan una menor carga de presión fiscal indirecta para muchos negocios, también lo es que pueden representar la excusa perfecta para que muchos de ellos no modernicen su gestión.
La estimación directa se asienta sobre el perfeccionamiento de la información contable, pero los efectos de llevar una contabilidad adecuada a la actividad van mucho más allá de las obligaciones fiscales.
Representan una importante fuente de datos útiles para la toma de decisiones empresariales. Aunque no toda la información de interés para la gestión sea contable, ni toda la contable proceda de la llevanza de una contabilidad financiera, lo cierto es que, si esos negocios llevasen una contabilidad ajustada a los requerimientos de la estimación directa, podrían conocer muchos datos que les aportarían oportunidades de mejora.
3)El salto de las estimaciones
Uno de los problemas tradicionales de los módulos ha sido que era difícil generar unas estimaciones suficientemente ajustadas y, sobre todo, mantener su vigencia a lo largo del tiempo. Requería realizar un trabajo técnico que permitiese actualizar cuáles son los signos, índices o módulos que se deben considerar; establecer límites y cuantías; detectar qué factores extraordinarios deben modificar las estimaciones; etc.
Lógicamente, este trabajo no solamente tiene cierta complejidad, sino que también genera costes. Sin embargo, la falta de actualización de los módulos es un problema porque propicia diferencias cada vez mayores entre el valor estimado y el que se obtendría por estimación directa.
Sin embargo, hoy las técnicas de estimación han dado un salto considerable, en especial en la detección de patrones que pueden hacer que las estimaciones fallen. Y, además, el coste de recoger la información, almacenarla y procesarla se ha reducido mucho. Por lo tanto, cada vez son más factibles unos módulos más modernos, ajustados a la verdadera realidad de los negocios y actualizados permanentemente.
4)La precisión de las estimaciones
No obstante los avances, la estimación directa es la referencia en todos los impuestos, el método habitual para calcular la base imponible. Lo es, por ejemplo, en el régimen general del IVA o en la estimación de diversos tipos de rendimientos y de las ganancias y pérdidas patrimoniales en el IRPF.
La precisión del método de estimación directa es mayor. No obstante, puede haber problemas derivados de la dificultad de saber si los soportes documentales están reflejando la verdadera realidad. Si, por ejemplo, una nómina no muestra la verdadera retribución, la estimación de los rendimientos del trabajo basada en ella no será la adecuada.
5)La vulnerabilidad de determinados colectivos de emprendedores
Obligar a determinados contribuyentes a declarar los rendimientos de su actividad económica por estimación directa podría suponer un problema para algunos de ellos. Fundamentalmente, estamos hablando de emprendedores mayores, que trabajan en sectores de bajo contenido tecnológico, con escasas posibilidades de sucesión y dificultades para iniciar cualquier otro tipo de actividad.
Aunque existan beneficios de este tipo de cambios, estos emprendedores apenas los percibirían. Les queda una carrera muy corta para el desafío que implica un mayor control de sus actividades. Además, muchos no están motivados para realizar el esfuerzo que supondría.
6)La mejora del ecosistema emprendedor
Restringir el papel de los módulos generaría una gran cantidad de datos contables. Los emprendedores que los registren pueden hacerlo por motivos fiscales, pero su uso puede extenderse a muchos otros ámbitos.
Con esos datos podríamos acceder al conocimiento de muchos aspectos hasta ahora desconocidos de un sector del emprendimiento sobre el que la nueva información arroje luz. Es posible que, gracias a ellos, se puedan proponer reformas normativas o, incluso, que determinadas empresas decidan lanzarse a prestar servicios que sean positivos para las actividades que hasta ahora están tributando a través del sistema de módulos.
7)El coste económico del cambio
Más allá, la propia transición tiene también un coste. Los afectados tienen que dedicar un tiempo a comprender la dimensión del cambio y sus consecuencias. Normalmente, han de plantearse cómo llevar sus nuevas obligaciones y, en su caso, quiénes podrían ser los asesores más adecuados para ayudarles en la tarea.
8)La lucha contra el fraude de las facturas falsas
Una de las preocupaciones relacionadas con los módulos es su consideración de posible foco de facturas falsas. Lo es porque los contribuyentes no declaran en función de sus facturas, sino de una estimación. De este modo, el hecho de facturar más no implica que haya que ingresar mayores cantidades a la Hacienda Pública en concepto de IRPF o IVA. Reducir el papel de los módulos en la fiscalidad del emprendimiento contribuiría a reducir, por tanto, un foco donde puede aparecer fraude.
La decisión de ampliar, mantener, reducir o eliminar el papel de los módulos tiene, como vemos, muchas repercusiones que van más allá de lo fiscal..