Temporada 2: Da rienda suelta a la productividad
El poder del «bienestar de alto rendimiento»
Llevo años en bienestar, coach y podcast. La productividad y salud están conectadas; el estrés afecta todo, desde el sueño hasta las relaciones. El bienestar debe ser clave en la mejora de la productividad.
- En el sector del bienestar, aprendí que el estrés, agotamiento y salud influyen en la productividad. El bienestar es esencial para un rendimiento óptimo.
- Salud y bienestar priorizados generan productividad sostenible. Rendimos mejor, mejoramos relaciones y enfrentamos desafíos diarios con éxito.
Llevo más de una década trabajando en el sector del bienestar como coach y consultora. También presento un podcast semanal de crecimiento personal en el que trato de ayudar a personas de alto rendimiento (fundadores de empresas, deportistas olímpicos, psicólogos, innovadores y agentes del cambio) a mejorar su rendimiento sin comprometer su bienestar físico y mental.
Lo que me ha quedado meridianamente claro es que no podemos ser «productivos» si estamos estresados, sobrepasados y agotados. Estos factores influyen en el sueño, en el estado de ánimo, en la capacidad de concentración y, a su vez, en la calidad global de nuestro trabajo, así como en nuestra forma de relacionarnos con nuestro equipo y nuestros clientes.
Por lo tanto, es fundamental que nuestra salud y bienestar sean el centro de cualquier conversación relativa a cómo mejorar la productividad.
El bienestar deriva en productividad
Para mí, es bastante sencillo: nuestra salud y bienestar personal son más importantes que nuestros clientes —por muy alto que sea su perfil— o que ese plazo de entrega tan crucial. ¿Por qué? Porque cuando descansamos bien, comemos bien, hacemos ejercicio de forma habitual y mantenemos relaciones sólidas estamos más atentos, tenemos más energía y estamos preparados para todo lo que se nos ponga por delante. Es lo que yo llamo «bienestar de alto rendimiento».
Bienestar de alto rendimiento
El mundo moderno nos exige mucho, es complejo y requiere perseverancia y energía. Y eso por no hablar de todas las habilidades interpersonales necesarias para dirigir un equipo y mantenerlo satisfecho y productivo. El «bienestar de alto rendimiento» tiene en cuenta todos los aspectos de nuestra salud física y mental necesarios para ser «productivos». El rendimiento sin bienestar es insostenible.
El poder del movimiento
Moverse a diario es esencial. Cuando me ofrecieron correr la maratón de Londres como miembro de la comunidad de corredores de Adidas, solo faltaban 14 semanas. Trabajaba con ocho clientes semanales, escribía blogs y artículos y… ¡con un niño pequeño! Tenía muchísimas ganas de participar, pero necesitaba encontrar el tiempo para entrenar. ¿Cuál fue mi solución? Levantarme una hora antes cada día. Parece sencillo, pero era enero y mi hijo se levantaba a las 6:30 a.m., así que yo tenía que salir a correr a las 5:30 a.m..
Yo lo llamaba mi «hora Power», y una vez se convirtió en un hábito diario, me cambió la vida. Lo bueno de tomarme esa primera hora (antes de que el resto del mundo se despertara y empezara a exigir y a competir por mi atención con correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, recados, tareas y llamadas de trabajo) era que conseguía hacer algo importante para mí antes de que el día empezara de verdad. No necesitaba mucho: solo esa hora.
¿Qué cambiaría si te levantaras una hora antes cada día? ¿Cómo podrías aprovechar ese tiempo? ¿Leerías más, escucharías pódcasts, entrenarías, estirarías, meditarías, escribirías un diario? ¿Por qué no lo pruebas y descubres el impacto que podría tener en ti?
Cultiva una mentalidad positiva
Básicamente, te estás obligando a tomar una decisión y pasar a la acción. Tu «hora Power» es simplemente una hora en la que haces algo para ti, y esto repercute en el resto del día. Al empezarlo con una mentalidad positiva, acabas trasladándolo a tu trabajo y allá donde vayas.
Usa un lenguaje positivo
Otro aspecto del bienestar de alto rendimiento es el lenguaje que empleamos cada día. Las palabras que eliges influyen en tu estado de ánimo, en tus acciones y en tus hábitos. Si tu respuesta es que estás cansada, estresada y ocupadísima, decirlo en voz alta influirá en tus decisiones y en tu comportamiento. Siempre estarás «demasiado cansada» para entrenar y «demasiado ocupada» para tomarte tiempo libre; acabas atrapada en esta narrativa.
Imagina entrar en la oficina después de haber llevado a los niños al colegio o de haber sacado al perro. Tu móvil no para de pitar, las reuniones se acumulan y tus hombros empiezan a elevarse hacia las orejas. Nada más entrar en el edificio, un compañero te saluda y te pregunta qué tal estás. Es muy probable que tu respuesta sea algo así: «¿Te puedes creer que no son ni las 9 y ya estoy estresada?».
Pero si te paras a pensar tu respuesta, puede que respondas algo más positivo. Y si no se te ocurre nada, siempre puedes probar a preguntar tú algo positivo, como por ejemplo: «¿De qué tienes más ganas esta semana?» o «¿En qué estás trabajando ahora mismo?».
Productividad sostenible
Priorizar nuestra salud y bienestar personal da lugar a un enfoque más sostenible a la productividad. Rendimos mejor a largo plazo. Nuestras relaciones mejoran —tenemos menos prisa y estamos menos irritables—, y podemos lidiar mejor con los aspectos más complejos de nuestro día a día. ¡Estamos preparados para lo que nos echen!