El desarrollo de software también es asunto de tus clientes
Hoy se impone la ‘Metodología Agile‘, que descentraliza el trabajo de crear programas informáticos, involucrando para ello a los propios clientes que van a usarlos más tarde. Sage, Google o Spotify ya sacan provecho a una forma de proceder que permite afinar más la primera versión de un producto y satisfacer con más rapidez las demandas cambiantes de los usuarios.
Desde finales de los 90 ha habido una revolución en la manera de desarrollar software. En realidad, todo surge como una reacción de los responsables de proyectos informáticos contra los pesados métodos anteriores (en cascada o waterfall), donde las fases estaban muy determinadas (desde el análisis de los requisitos al mantenimiento, pasando por el diseño del programa).
Eran tiempos en los que para empezar un nuevo capítulo siempre había que haber concluido del todo el anterior. El desarrollo de software era pues un trabajo de un grupo muy concreto de profesionales y que, además, estaba muy estructurado. Los problemas que algunos veían eran obvios: el método era lento y adolecía de la flexibilidad y de la capacidad de respuesta necesaria a la hora de satisfacer las exigencias cambiantes de los clientes.
La hora de la Metodología Agile
Hoy podemos decir que la calidad sigue una prioridad en el desarrollo de programas, pero también la flexibilidad para introducir cambios y la rapidez en la entrega. Para responder a estos retos, en la industria del software se ha extendido la llamada ‘Metodología Agile’ (que viene de ágil). Esta permite descentralizar el desarrollo en muchos grupos de trabajo que sacan adelante pequeñas partes del proyecto (iteraciones o sprints), chequear de forma continua los avances y contrastar los mismos con los puntos de vista de los clientes reales, que así entran en el proceso de desarrollo.
Con la ‘Metodología Agile’, el cliente no tiene que esperar al final para recibir una versión terminada del producto, sino que desde el principio recibe versiones no definitivas que le permitirán ver por dónde van las cosas y cambiar los aspectos que considere. De esta manera, las correcciones del software llegarán antes y de forma menos costosa. Así, el producto se afina desde el principio, y no al final, cuando está acabado y sólo puede ser mejorado si se espera a segundas o terceras versiones.
Hay compañías que no sacan mucho partido a las llamadas ‘metodologías ágiles’, pero hay otras muchas que sí lo hacen y cuyo éxito es notorio. Google, por ejemplo, cuenta con varios miles de desarrolladores trabajando de esta manera y lanzando cambios varias veces al día de los programas, así como millones de test automáticos.
Una empresa que también está sacando mucho partido a estos procesos compartidos es Spotify, que suele contratar a expertos externos para liderar proyectos concretos. Gracias a eso, la firma sueca creadora de la popular aplicación de música en streaming ha podido responder a poderosos competidores como el iTunes Radio de Apple. Los equipos de desarrollo de Spotify se organizan en squads (escuadrones) que implementan a cada poco su desarrollo sin afectar al resto de equipos. A un nivel superior Spotify tiene tribes (tribus), que son la agregación de distintos squads.
Ya en España, Globalia, la corporación en la que se integran la aerolínea Air Europa o la cadena de agencias Halcón Viajes, también ha recurrido con éxito a metodologías Agile para actualizar su tecnología. En un entorno tan competitivo y globalizado como el del turismo, Globalia vio en esta forma colaborativa de desarrollo la vía para renovar su presencia en la Web y en los dispositivos móviles sin perder comba en el mercado, y además sintonizando de entrada con sus clientes.
La opinión de los asesores marca el diseño de Sage Despachos for life
También Sage ha recurrido a ‘metodologías Agile’ para el desarrollo de sus nuevas soluciones de gestión para autónomos, pymes y asesorías. En el proceso de construcción de su novedoso programa Sage Despachos Connected, la compañía incorporó miles de sugerencias aportadas por sus clientes en más de 200 reuniones y talleres organizados para tal fin.
En concreto, para el desarrollo de la solución Sage Despachos Connected, Sage no se conformó con las habituales encuestas, sino que se desplazó a oficinas de despachos y asesorías de todo el país, para conocer de primera mano cómo operan diariamente y cuáles son los problemas que les surgen.
Como resultado, en Sage se dieron cuenta de que los asesores y profesionales de despachos pasan el 80% de su tiempo en tareas repetitivas, mientras que sólo dedican un 20% a asesorar efectivamente a las empresas que les contratan. Para revertir esta situación, el nuevo Sage Despachos Connected automatiza procesos, como la generación de informes contables y memorias para el Registro Mercantil. También genera automáticamente información que tiene ver con la nómina de los empleados, y los envía a sus destinatarios.
Sage también ha trabajado para presentar la información en listados más claros y coherentes, otra de las demandas de este colectivo que gestiona las nóminas y los impuestos de cientos de miles de empresas y autónomos. Y también ha incorporado un buscador de información, que ayuda al asesor a encontrar el dato deseado en cualquier momento. Adicionalmente, Sage Despachos Connected permite desplegar un portal web donde los propios clientes de la asesoría pueden por sí solos descargarse la información económica o la documentación que necesite, sin tener que pasar por el filtro del asesor.
Son, en fin, demandas que la compañía escuchó de sus clientes mientras desarrollaba Sage Despachos Connected con ‘metodologías ágiles’ y un enfoque colaborativo.