Ejemplos y ventajas del outsourcing para un pequeño negocio
Muchas veces el pequeño empresario trata de reducir los gastos haciéndose cargo de todo tipo […]
Muchas veces el pequeño empresario trata de reducir los gastos haciéndose cargo de todo tipo de trabajo que se cree capaz de hacer, solo o con su equipo. Esta actitud no sólo resta tiempo de descanso sino que lo que es peor para el negocio, quita tiempo para hacer lo que realmente sabes hacer la empresa, que es lo que la empresa vende.
Recurrir al outsourcing, la forma anglosajona de llamar la externalización o subcontratación de servicios, puede tener varias ventajas:
- Ganarás tiempo y ellos lo harán mejor que tú, porque es su especialidad.
- El gasto será variable y en muchos casos deducible de tus impuestos, por lo que no será tan negativo como lo pintabas antes de decidirte.
- Tu producto o servicio mejorará porque centrarás tu objetivo en él.
Para distinguir entre un empleado y una subcontrata, puedes plantear uno de los primeros servicios que cualquier empresa externaliza: la limpieza de sus instalaciones. Si contratas a una persona para esa labor, la tienes que dar de alta en la Seguridad Social y practicarle una retención mensual por IRPF, pero si contratas a una empresa, pagas una factura con IVA, usas en cada momento las horas que necesites y te olvidas del resto.
Una vez aclarado el concepto, comprueba cuáles de estos ejemplos es más útil para tu negocio:
- Diseño y programación de tu web. Si la haces tú, tienes más posibilidades de que el resultado sea poco atractivo. Y si la subcontratas, hay un gran abanico de precios según las funcionalidades que quieras. Puedes empezar con poco e ir mejorándola.
- Gestión de las redes sociales. Si no le puedes dedicar tiempo o simplemente no se te da bien, puede contratar a un community manager por horas. Tampoco es un gran gasto, especialmente si atrae a nuevos clientes y te ayuda a fidelizar a los que ya tienes.
- Almacenamiento y gestión de tus servidores. Cada vez más en servicios de e-cloud que incluyen la gestión. Los antiguos departamentos de IT casi han desaparecido en las pequeñas y medianas empresas.
- Fuerzas de ventas externas. Son empresas dedicadas al “alquiler” de equipos de ventas, subcontratados de forma continua o puntual para campañas. En muchas ocasiones pagados únicamente con comisiones de éxito.
- Selección de personal y asesoría laboral.
- Logística de stocks y gestión de e-commerce.
- Creación de logos y diseño de imagen.
- Renting y gestión de coches o móviles.
- Agencias de organización de eventos o viajes.
Estos son ejemplos muy comunes que puede requerir un pequeño negocio.
Las grandes empresas recurren al outsourcing para labores tan complejas como sus propias operaciones, los centros de soporte al cliente o la gestión de sus residuos.
Tienes todo un mundo por delante, disfruta de tu tiempo e invierte en lo que realmente puede ayudar a tu negocio.