Software como Servicio (del inglés: Software as a Service). Se entiende por SaaS cuando las empresas deciden utilizar un software como si fuera un servicio en lugar de comprarlo como un producto, gracias al cloud computing. De esta forma, el soporte y los datos que se manejan no residen en los servidores y los ordenadores de la compañía que utiliza el software, sino que se alojan en servidores de una tercera compañía (generalmente del sector de tecnologías de información y comunicación -TIC), a los que se accede con un navegador web desde cualquier puesto cliente a través de Internet.
Es la empresa proveedora TIC la que se ocupa del servicio de mantenimiento, de la operación diaria y del soporte del software usado por el cliente. El software puede ser consultado en cualquier ordenador o dispositivo móvil (como smartphone o tablet), se encuentre presente en la empresa o no.
De esta forma, la información y el procesamiento de la aplicación recae en manos de la compañía que ofrece el software, quien también se encarga de que el sistema esté siempre disponible, de guardar los datos de manera segura y de actualizar sus equipos de hardware para que den un buen rendimiento. De una manera más sencilla, SaaS es aquella aplicación ofrecida por su creador a través de Internet para su utilización por varios clientes manteniendo la privacidad de sus datos y la personalización de la aplicación.
Básicamente se trata de cualquier servicio basado en la web. Un ejemplo serían los webmails, o los servicios para almacenar y compartir de documentos en la nube. En este tipo de servicios nosotros accedemos normalmente a través del navegador sin atender al software. Todo el desarrollo, mantenimiento, actualizaciones, copias de seguridad es responsabilidad del proveedor.
Las aplicaciones de software en la nube resultan muy interesantes para todos los clientes, pero especialmente para las Pymes y autónomos, puesto que son viables económicamente, accesibles 24 horas y mucho más seguras. Hay que tener en cuenta que no requieren ninguna instalación, ni de infraestructuras ni de aplicaciones por parte del cliente. La aplicación está «colgada» en internet y se ejecuta en el servidor del proveedor del servicio. Otra ventaja es que todos los usuarios de la aplicación acceden a la misma fuente de información, con lo que no hay duplicados y todo está actualizado y listo para usarse en tiempo real.
Los mercados más grandes en SaaS son los de gestión de recursos empresariales (ERP), la gestión de relaciones con los clientes (CRM) y las aplicaciones de colaboración.