Cuando nos referimos a la gestión de cuentas por cobrar en el área de contabilidad estamos hablando de los derechos que tiene una entidad por las operaciones que lleva a cabo, entre las que se encuentran la ventas de bienes o la prestación de servicios. Esta tarea forma parte de la administración financiera del capital de trabajo en la que se coordina los elementos de una empresa, con el objetivo de maximizar su patrimonio y reducir el riesgo de una crisis de liquidez y ventas.
Habitualmente se presentan y gestionan cuentas por cobrar del tipo comerciales; compañías relacionadas o afiliadas; funcionarios y empleados; u otras cuentas por cobrar como puede ser el anticipo a proveedores y el reclamo a seguros.
Si profundizamos en ellas podemos destacar lo siguiente:
1. Las cuentas por cobrar comerciales (facturas y letras) son las que provienen de las operaciones propias de la actividad económica de la entidad. Si se tiene en cuenta su vencimiento, se clasifican en cuentas por cobrar a corto plazo y cuentas por cobrar a largo plazo. También incluyen letras por cobrar que pueden ser:
- Letra en cartera: título o valor mantenido por la empresa
- Letra en descuento: título o valor cuyo importe el banco descuenta por anticipado los intereses dando al cliente el valor de la letra
- Letra en cobranza: título valor cuya cobranza está encargada a la entidad financiera
2. Las cuentas por cobrar no comerciales (al personal, terceros, afiliadas) son las que corresponden a operaciones distintas de la actividad económica de la entidad.
La gestión de cuentas por cobrar puede considerarse una herramienta de marketing para promover las ventas. Es por ello que el responsable de finanzas deberá cuidar que su uso ayude a maximizar las utilidades y el rendimiento de la inversión y que no se abuse del procedimiento hasta el grado en el que el otorgamiento de créditos deje de ser rentable y atractivo en términos de rendimiento sobre inversión.
Se realiza a través de políticas de crédito, siendo las más comunes la evaluación de crédito, el promedio de pago y las referencias comerciales. En relación a las primeras, destacar que toda actividad empresarial se maneja bajo políticas o normas que orientan la diversidad de actividades comerciales que se dan en el mercado desde el punto de vista mercantil. Por ello, considerando que el crédito es un proceso ordenado de pasos y procedimientos conectados entre sí al desenvolvimiento económico y financiero, necesita de políticas para que dicha actividad se encausen sobre objetivos específicos.
Por otro lado, los métodos de evaluación de riesgo de crédito más comunes son el de las 8C (la gerencia evalua y determina el grado de riesgo de conceder un crédito tomando en cuenta algunos valores), el de capacidad financiera (la empresa determina la capacidad de sus clientes para otorgarles un crédito) y el de análisis discriminante.
Otra de las áreas contables destacadas es la de la gestión de cuentas a pagar, otra tarea de los grandes departamentos de administración que ha de asumir también grandes retos al tener que realizar correctamente los pagos en tiempo y forma. En este post puedes leer cuáles son sus principales funciones y cómo afrontan estos desafíos.