También llamado año contable, el ejercicio contable se define como el período transcurrido entre dos balances contables de forma consecutiva. Es decir, el período en el que se mide la situación financiera y contable de la empresa y que, generalmente, coincide con su ejercicio económico.
Este período de tiempo nunca puede ser mayor de doce meses y solo en circunstancias muy concretas, que luego veremos, menor de doce meses.
Cuando hablamos de doce meses automáticamente pensamos en un año natural, pero no existe, en España, obligatoriedad de que esto sea así. La empresa puede decidir libremente la fecha en la que inicia y acaba este periodo. Así, pese a que lo más frecuente es que coincida con el año natural, tampoco es extraño que las empresas relacionadas con la educación adopten como el curso escolar o que empresas de sectores como el turístico o el agrario lo inicien y acaben en otras fechas. Habitualmente, las empresas escogen con fin del ejercicio contable una fecha en la que su actividad es menor.
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CONCEPTOS EMPRESARIALES: Descubre en este video qué es el ejercicio contable, o año contable, el periodo que transcurre entre dos balances contables.
La excepción de los doce meses
Anteriormente hemos dicho que este periodo nunca puede ser superior a doce meses, pero que en algunas ocasiones sí puede ser un período menor. Esto se puede dar en las siguientes circunstancias:
- Constitución de la sociedad. El ejercicio contable comienza en el mismo momento de la constitución y finaliza en el momento en que haya establecido la sociedad como cierre de su año contable, aunque no llegue a los doce meses.
- Disolución de la sociedad. Si la sociedad queda disuelta antes de que finalice el periodo contable correspondiente, ese ejercicio contable finaliza igualmente en el momento de disolución de la sociedad.
- Cambios relevantes en la forma jurídica de la sociedad. En este caso sucede como con la disolución de la empresa, el ejercicio finaliza en el momento en el que entre en vigor ese cambio en la forma jurídica de la sociedad.
Fiscalmente será siempre de un año, excepto el año de constitución y el de disolución. Si se cambian las fechas del ejercicio contable, hay que comunicarlo a Hacienda.
La importancia del ejercicio contable
El año contable es importante porque permite establecer un análisis comparativo de los datos económicos de la empresa, ayudando a determinar tanto la tendencia de la empresa como el cumplimiento de objetivos. Además, facilita la presentación de resultados a inversores y otros agentes de interés, sean estos público o privados. En el caso de empresas multinacionales, que pueden tener etapas que no coincidan en sus períodos, el ejercicio contable permite consolidar las cuentas anuales.
El periodo contable o fiscal suele dividirse en meses, trimestres y semestres. Esto ayuda a realizar un mejor seguimiento de la tendencia de la empresa, para introducir correcciones a tiempo si es que fueran necesarias.
Toda actividad realizada dentro del año contable es registrada en los libros de contabilidad de la empresa (Mayor Contable, Libro Diario), que permiten hacer los balances al final de éste. Con los balances acabados se cierran las cuentas del ejercicio pasado para abrir uno nuevo.
Fases del ejercicio contable
En los ejercicios se realizan siempre una serie de operaciones similares, agrupadas en distintas fases o etapas. Generalmente, dentro de un ciclo contable, establecemos tres etapas:
- Apertura. Es cuando comienza la actividad de la empresa es el inicio del año contable y empieza a realizar operaciones económicas que se recogen en los libros contables. Todo empieza con el balance o asiento de apertura, que incluye el resultado del balance con el que se cerró el año anterior. Se presenta, por tanto, la situación financiera desde la que se parte y sobre ella se asientan el resto de los movimientos.
- Movimiento. Esta es la parte más amplia. Es el registro de todos los movimientos económicos que se realizan a lo largo del período. Se hace de manera continua e incluye ingresos, gastos, pagos y cobros.
- Cierre. Al finalizar un periodo contable, se procede a cerrar las cuentas para determinar el resultado económico del ejercicio. Es el denominado asiento de cierre en contabilidad, que, una vez hecho, permitirá abrir un nuevo ciclo.