Día de Internet: cosas que echaríamos de menos si no existiera
El 17 de mayo es conocido popularmente como el Día de Internet. En realidad, celebramos el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, con el que las Naciones Unidas refuerza la importancia del uso de Internet y otras tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
- En este post hacemos una reflexión sobre cómo Internet se ha convertido en una “utility” sin la que ahora no concebiríamos vivir.
- En situaciones como la actual, ocasionada por la COVID-19, Internet se antoja fundamental para poder seguir manteniendo la relación con nuestros familiares o amigos o poder fomentar el teletrabajo en las empresas.
Esta efeméride se celebra desde hace más de 50 años, aunque fue en 2006 cuando la ONU amplió la celebración del 17 de mayo a la Sociedad de la Información. Este hito es gracias a la Asociación de Usuarios de Internet de España, que promovió esta idea en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.
El objetivo es claro: poner en valor todo lo que la Sociedad de la Información puede hacer por nosotros y evitar que la denominada brecha digital se haga aún más grande.
Porque Internet se ha convertido en una «utility» más. Igual que no concebimos vivir sin agua o electricidad, Internet se ha convertido en algo básico para realizar cuestiones laborales y personales, de salud y de ocio. Aprovechamos la celebración del Día de Internet para recordar algunas de las muchas cosas que hacemos con total naturalidad y que echaríamos en falta si no tuviéramos Internet.
¡Comparte! El Día de Internet es un buen momento para reflexionar sobre cómo se ha convertido en una “utility” en nuestras vidas.
Trabajar desde cualquier lugar
El trabajo ya no es un lugar al que ir, sino algo que hacer. Algo que Internet y las herramientas de software en la nube han facilitado enormemente.
Así, en muchas profesiones ya no es necesario ni obligatorio desplazarse hasta un lugar concreto para poder acceder a los datos e introducir nueva información con la que poder realizar nuestra tarea. El software en la nube permite que la información esté siempre actualizada y que podamos acceder a ella desde cualquier lugar y dispositivo que tenga acceso a Internet.
El 40% de las empresas no puede gestionar sus negocios de forma integral cuando teletrabaja. Descarga la infografía de Sage con el estudio al completo desde aquí.
Comunicarnos por escrito en tiempo real
Antes de que llegara Internet, podíamos comunicarnos en tiempo real con la voz a través del teléfono. Pero las comunicaciones por carta siempre eran asíncronas, pues las misivas podían tardar un par de días en llegar a su destino y los telegramas ni eran inmediatos ni facilitaban una comunicación fluida.
Sin embargo, Internet permitió una mayor instantaneidad en las comunicaciones escritas. Primero gracias a los servicios de correo electrónico y, posteriormente, a las aplicaciones de mensajería instantánea.
Aunque Messenger haya pasado a mejor vida y ahora seamos más esclavos de Whatsapp, Internet ha facilitado las comunicaciones bidireccionales, incluso grupales, y que puedan hacerse por texto y de forma inmediata.
Además, estas aplicaciones han ido evolucionando y no solo podemos incluir texto planto, sino que podemos incluir emoticonos, vídeos, negritas y animaciones tipo gif para añadir más información y contexto a la narración.
Formarnos a distancia
En España existe la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) desde 1972, cuyo objetivo es llevar la educación superior a más gente. Sin embargo, gracias a Internet podemos formarnos casi en cualquier universidad del mundo y sin necesidad de seguir unos determinados libros gracias a la proliferación de MOOC (Massive Open Online Course, o Curso Online Masivo y Abierto).
La potencia del eLearning en el entorno empresarial
Esta formación permite a todos aprender nuevos conocimientos y materias en muchas ocasiones sin necesidad de estudiar una formación reglada. También en YouTube y en otras plataformas podemos encontrar muchos tutoriales. Incluso hay páginas web especializadas en ofrecer diferentes cursos y herramientas de formación de toda clase de materias.
Herramientas de marketing, conocimientos de programación, prender los trucos de las hojas de cálculo, cómo editar fotografías con determinadas aplicaciones, aprender a hacer punto o repostería, en fase principiante o avanzado, son algunas de las muchas posibilidades que tenemos a través de Internet.
A nivel empresarial, existen multitud de plataformas de aprendizaje online. Una de ellas es Sage Business Pro, una iniciativa que Sage pone en marcha con la Sales Business School para impartir un programa formativo para todos los clientes de Sage totalmente gratuito.
Hacer un maratón de nuestra serie favorita
¿A quién no le han fastidiado el final de una serie por no haber podido ver el capítulo en el momento en el que lo estrenaron?
Antes de Internet, los usuarios teníamos que ver las películas y series cuando las cadenas de televisión decidían programarlas o esperarnos a su reposición o a su grabación en un vídeo o DVD. Sin embargo, con Internet también han llegado las plataformas de contenidos audiovisuales, muchas de las cuales deciden liberar todos los episodios de una serie a la vez, de manera que se puede hacer un verdadero maratón para ver todos los capítulos seguidos.
El problema, ahora, es que no podamos hacerlo y nos destripen la escena clave en cualquier artículo de Internet, aunque para eso ya se utiliza el manido «¡Alerta, spoiler!» para avisarnos de que lo que viene a continuación puede desvelarnos parte interesante de la trama si aún no la hemos visto.
Comprar y vender a alguien de Australia
Antes de la llegada de Internet, nuestras posibilidades de internacionalización eran reducidas, especialmente si somos un productor pequeño. Nuestro círculo de clientes (también potenciales) quedaba reducido de manera muy geográfica.
Sin embargo, Internet es un verdadero escaparate que permite que nuestra página web o nuestro perfil en redes sociales pueda ser visible por cualquier persona en cualquier parte del mundo. Si somos los diseñadores de una cerámica única y espectacular, puede que alguien en Australia la vea, se enamore de ella y nos haga un pedido para tenerla en su casa o negocio.
Y, al revés, ya no necesitamos ir hasta Bali para hacernos con algunas de las maravillosas telas con las que decoran los templos. A través de Internet podemos localizar a quienes confeccionan y venden esos bienes y comprarlos sin tener que viajar hasta allí.
Todo por control remoto
Internet ha reducido la necesidad de la presencia física para muchas cosas. En formación, en las compras o en algunas actividades laborales ya lo hemos visto. A la hora de operar con nuestro banco o comprar entradas para nuestros espectáculos favoritos son otras situaciones similares.
Pero cada vez somos más capaces de controlar muchas cosas de forma remota:
- El sueño de un hogar inteligente y conectado cada vez está más cerca. Gracias a Internet, podemos desde nuestro teléfono móvil pedirle a nuestro robot aspiradora que limpie toda la casa o solo determinadas estancias.
- Podemos programar a qué hora queremos que se encienda la calefacción o el aire acondicionado para que la temperatura sea óptima cuando lleguemos.
- Podemos programar o activar un electrodoméstico a distancia para que nos tenga lista la comida en una hora determinada o comprobar si ha tenido alguna avería y debemos avisar a un técnico.
Todas estas acciones son rutinas a las que nos hemos acostumbrado más o menos fácilmente, pero que forman parte de nuestro día a día. Aunque no nos demos cuenta, si Internet se cae nada de todo ello sería posible.
Lo mejor, como siempre, es el progreso y los avances que todos estos pasos traen consigo y que se irán ampliando conforme vayan pasando los años.