Desmontando mitos de la transformación digital
La era digital es para todos, nadie puede evitar vivir en la era digital, sería lo mismo que intentar no vivir el año 2020 o el año 2021, no sin graves consecuencias. Las eras de disrupción se aceptan, y se aprovechan. Sin embargo, hay mitos, frases que se mencionan con frecuencia, y si no se entienden correctamente se corre el riesgo de ir en la dirección equivocada.
La transformación digital es positiva, y debería ser motivo de entusiasmo en la empresa. Lamentablemente muchos de los “evangelizadores” de la transformación digital usan el miedo para intentar motivar a los directivos y dueños de las empresas, y en mi opinión provocan un rechazo, o peor aún, malas interpretaciones.
El riesgo al no entender la transformación digital es el mismo que entender mal un consejo, se termina haciendo todo lo contrario y las consecuencias son mayores, pues además de no obtener los beneficios esperados se pierde la inversión económica y de recursos humanos.
Se que suena repetitivo, es necesario evaluar además del consejo a quién te da el consejo. La pregunta es fácil, recibirías consejos de cocina de alguien que no cocina, o contratarías una empresa de carpintería para servir una comida. La transformación digital se vive, y los expertos lo han vivido y experimentado, esta es una forma de validar. La otra forma de validar es a quienes han iniciado formación y certificación en programas relacionados, estos nuevos profesionales están listos para iniciar la experimentación.
Mito 1: “La Transformación Digital reduce la plantilla”
Falso. Esta es quizá la frase más usada y la más alejada de la realidad. Ni siquiera se trata de un “depende”, del todo no.
- Emprender la transformación digital se hace porque la empresa necesita adaptarse a la era digital, no porque necesite o quiera despedir empleados (que por lo general nadie quiere hacerlo), se hace porque los procesos, productos, y muchas veces el modelo de negocio, requieren renovarse.
- Es como si trasladáramos la empresa a Finlandia (por elegir un lugar en la Tierra), deberíamos aprender su idioma, su cultura, la forma de hacer negocios, escribir procedimientos adecuados al país, a sus reglas, a su forma de entender las empresas. La Transformación Digital es lo mismo, es “mover” adaptando la empresa a la era digital. La diferencia es que llevar la empresa a Finlandia es opcional, pero la era digital nos llega y ya.
- Claramente los proyectos innovadores de las empresas se hacen con el objetivo de crecer y aumentar los ingresos, la reducción de la plantilla ni es un objetivo, ni es una consecuencia. Por supuesto transformar una empresa implica transformar también puestos de trabajo, no todos, pero es inevitable que ocurra.
- Cuando el empleado entiende que su puesto de trabajo es ahora estratégico en la empresa, celebra y siente seguridad, confirma que tiene un rol importante en la organización y en la supervivencia de la misma.
Mito 2: “Todas las empresas deben hacer Transformación Digital”
Falso. Por supuesto todas las empresas van a vivir en la era digital, pero algunas han nacido digitales por lo tanto no tienen nada de qué preocuparse, y otras ya han recorrido el camino y no necesitan hacerlo nuevamente.
- Todas las empresas se benefician de la digitalización, y se benefician convirtiendo productos tradicionales en digital, pero esto no es sinónimo de transformación.
- La trasformación la necesitan las organizaciones creadas principalmente antes de 2005 y que no han emprendido su adaptación aún. Para algunas de estas organizaciones se trata de un proceso que la transformará completamente, aunque emprenderá el proceso por pasos. Otras organizaciones necesitarán poca adaptación, pero hay que entender, que transformar sí implica cambios.
Mito 3: “Digitalizar es lo mismo que Transformación Digital”
Falso. Una mala interpretación de la transformación digital es quedarse solo en la parte “digital”.
- Digitalizar es convertir productos o servicios en digitales, por ejemplo la factura que antes se imprimía y se enviaba por correo postal, ahora se envía adjunta en un correo electrónico y por supuesto trae ahorros, velocidad en la entrega y recepción, y mayor seguridad, y esto constituye un elemento o un paso en el camino a la transformación, pero no es transformar, es digitalizar.
- La digitalización muchas veces puede resultar peor que el proceso anterior, porque en ocasiones un proceso que no es funcional se digitaliza y ahora además de tener el mismo mal proceso, se tiene nuevos problemas asociados a los nuevos medios. Estas son las situaciones que han vivido muchas empresas que digitalizaron productos y procesos que ya no funcionaban y consiguieron un escenario peor.
La transformación digital suele descubrir nuevos potenciales para la empresa, me refiero a nuevos mercados, nuevos productos, nuevos servicios, más valor añadido, y en definitiva más de todo. Se trata de una transformación a un mundo más rápido y abundante, por lo que es evidente que la empresa termina transformada, diferente, ágil, renovada, más grande, más rápida, en más geografía, en definitiva, más.
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