¿Cuánto debe facturar un autónomo para ganar 1.000 euros al mes?
Para ganar 1.000 euros al mes, un autónomo tiene que afrontar muchos gastos que le obligan a realizar una facturación mucho más elevada.
Muchas veces, ser autónomo tiene más que ver con el autoempleo que con ser empresario. En muchos casos, después de muchas horas de trabajo, el objetivo es llegar a fin de mes con un sueldo digno.
- Ten en cuenta que facturar no implica tener beneficio y menos liquidez. A la facturación hay que descontar IVA, IRPF, Seguridad Social y otros gastos.
- Te explicamos con dos ejemplos prácticos cómo y cuánto tienes que ser la facturación como autónomo para ganar 1.000€ al mes.
A la hora de considerar si nos sale rentable o no la cantidad de horas que dedicamos como autónomos a nuestra actividad, es muy importante tener claro qué beneficio obtenemos mensualmente. Esto que puede parecer sencillo, pero para muchos miembros del colectivo, no lo es tanto.
La mayoría de los trabajadores por cuenta propia saben cuánto facturan y qué gastos tienen. Sin embargo, no siempre tienen del todo claro qué beneficio han obtenido (ni cuál tiene que ser su facturación como autónomo ideal).
Conceptos como IVA, IRPF, Seguridad Social o los gastos asociados al negocio pueden cambiar mucho la cantidad necesaria a facturar para ganar 1.000€ al mes.
Vemos a continuación dos ejemplos prácticos.
Caso de un diseñador web: Cuál sería su facturación como autónomo
Pongamos el caso de un profesional que se encarga de realizar páginas web para empresas. En este caso, para realizar su trabajo, no tiene que realizar compras, es decir, no necesita comprar material en la mayor parte de los casos. Por lo tanto, para obtener esos 1.000 euros mensuales, tendremos en cuenta los siguiente:
- Facturación de 2.500 euros mensuales (IVA incluido) sin descontar el pago a cuenta del IRPF. A esta cantidad hay que ir restando impuestos, gastos y la cuota de autónomos. Parece una cantidad muy elevada, pero en realidad no lo es tanto.
- Cuota de la Seguridad Social. En este caso, estimando unos ingresos netos de entre 900,01€ y 1.166,69€, la cuota de autónomos, según el nuevo cálculo por ingresos reales, ya en vigor, tiene asociada una horquilla de cuotas de entre 280,39€ y 364,01€. Supongamos que cotiza por la menor de estas cuotas.
- IRPF. Vamos a suponer también que pagamos un 15%. En este caso, habría que considerar las circunstancias personales y, si a final de año, Hacienda nos devuelve o no. Lo cierto es que, para simplificar, consideraremos que esta cantidad sería de 375 euros.
- IVA. Se trata de la cantidad que se ha cobrado en las facturas al cliente y hay que liquidar trimestralmente. En este caso, vamos a restar unos 433,88€ de IVA.
- Gastos de alquiler, coworking, etcétera, ya que el profesional necesita un lugar donde trabajar. Vamos a suponer que no lo hace en casa, sino en un coworking que le supone un gasto mensual de 300 euros.
- Gastos de teléfono, porque es el medio con el que se comunica con sus clientes. Vamos a suponer que asciende a unos 50 euros al mes.
- Gastos varios, donde se puede incluir un taxi, una comida fuera de casa, un billete de avión, etcétera, que cuantificaríamos en 60 euros al mes.
¿Qué gastos son deducibles?
La mayor parte de los gastos, al estar afectos a la actividad económica, serían deducibles en el IRPF. No obstante, al tener que hacer la declaración de forma anual, no los contemplamos para el mes a mes. Lo mismo podríamos decir del IVA, ya que podría deducirse el IVA soportado en sus declaraciones trimestrales en la parte proporcional de su alquiler, del teléfono, etcétera.
El resultado final sería que facturando 2.500 euros al mes, un diseñador web obtiene 1.000,73€ euros de beneficio. En caso de acogerse a la tarifa plana o trabajar desde casa, necesitaría facturar menos.
Caso de un electricista: Cuál sería su facturación como autónomo
En el caso de un electricista, la cuestión cambia bastante. Esto se debe a que, además de realizar su trabajo, necesita comprar materiales, desplazarse de forma habitual a casa del cliente, etc. Es decir, aumentan sus gastos de forma considerable, por lo que su facturación también debe aumentar en idéntica proporción.
- Vamos a suponer que el electricista trabaja con un 30% de beneficio sobre los materiales que tiene que comprar para ejecutar un trabajo. Al mes ha facturado 10.000 euros en materiales (sin incluir el IVA), de los cuales su beneficio es de 3.000 euros. Para simplificar el cálculo no tendremos en cuenta la facturación de su mano de obra.
- Como en el caso anterior, restamos Seguridad Social y suponemos la misma cuota de 280,39€.
- El alquiler, que será algo más elevado, supongamos 400 euros, al tener un local comercial donde guardar sus herramientas, suministros, etc.
- Gastos de teléfono y otros suministros. Supongamos que se sitúan en torno a 100€.
- Hay que sumar un gasto de 300€ de combustible para desplazarse a realizar los trabajos, más otros 50€ de mantenimiento mensual del vehículo.
- El caso del IRPF será algo más complejo de calcular, ya que se realiza a través del modelo 130 de forma trimestral, siendo necesario tributar al 20% sobre los beneficios obtenidos. Supongamos que paga en torno a 300€.
- Y, por último, restar el IVA, ya que nosotros hemos facturado al cliente por un valor superior al que nos podemos deducir. De los 10.000 euros facturados tendríamos que pagar 2.100 euros que hemos cobrado de IVA. A dicha cantidad le tenemos que restar el que nosotros hemos pagado al comprar los materiales, que es de 1.470 euros, por lo que tendríamos que pagar unos 567 euros más o menos al mes. Aquí también podríamos deducirnos el IVA de combustibles y otros gastos.
¿Cuánto estaría facturando?
En total, facturando 10.000 euros mensuales, un electricista obtiene un beneficio de 3.000 euros. Restados gastos, Seguridad Social y aplicado el IRPF, quedaría en 1.002,61€ euros al mes de beneficio, descontando ya los gastos de IRPF de forma mensual. Aquí puede variar mucho en función del IVA pagado y soportado y de gastos extras.
Si no te quieres pillar los dedos no gastes todo tu beneficio
En los dos ejemplos propuestos, debemos tener en cuenta que tanto en el caso del pago del IVA, como del IRPF, puede haber diferencias significativas a favor del autónomo en función de sus circunstancias personales o de las deducciones que puede beneficiarse. Los gastos de dietas o las deducciones si trabajamos en casa juegan a nuestro favor.
En todo caso, no hay que olvidar que muchas veces, para realizar su trabajo, los autónomos van a tener que contar con herramientas e inmovilizados en las que también invertirán dinero y que tendrán que soportar en determinados casos impagos o retrasos en los pagos.
Facturar no es lo mismo que cobrar
Además, tampoco es lo mismo facturar que cobrar, de forma que se puede facturar mucho y tener un alto margen de beneficios, pero esto no significa necesariamente que tenga que disponer de liquidez para afrontar sus pagos, ya que puede pagar al contado a sus proveedores y cobrar sus facturas a 60 días.
También hay que tener en cuenta si queremos irnos un mes de vacaciones o si debemos afrontar unos días de baja en los que nos es imposible trabajar. En estos casos, tendríamos que obtener un beneficio neto superior para poder descansar y mantener nuestro nivel de ingresos.
Por lo tanto, para los autónomos es imprescindible contar con un pequeño colchón para afrontar imprevistos y tensiones de tesorería o realizar trabajos que sabemos que nos pagarán tarde. Por eso, siempre es importante contar con un software de facturación eficiente que nos ayude a tener claros los gastos e ingresos de nuestro negocio.
Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2023 por su relevancia.