Estrategia y Gestión

10 consejos para cerrar tu año contable y fiscal por todo lo alto

El cierre contable y fiscal supone el punto final al trabajo de todo un año de los departamentos de administración. Te lo contamos al detalle.

Dos personas hablando en una oficina. Una de ellas es una mujer de color y la otra es un hombre que está de espaldas y tiene el pelo canoso.

El cierre contable y fiscal es una de las tareas más importantes del año para las empresas. Con la elaboración del balance quedará retratada la situación patrimonial de la empresa y la cuenta de Pérdidas y Ganancias reflejará la gestión realizada.

  • El cierre de un ejercicio no solo implica cumplir con las obligaciones legales, sino que también representa una oportunidad para analizar la situación financiera.
  • Conoce diez consejos para cerrar con éxito el cierre contable y fiscal de tu empresa. 

Para la mayor parte de las empresas, el próximo 31 de diciembre será la fecha del cierre contable y fiscal del ejercicio. Con la culminación del proceso de cierre, se pone el punto final al trabajo de todo un año de los departamentos de contabilidad.

El plazo máximo para aprobar las cuentas anuales de las sociedades es de seis meses desde el cierre del ejercicio. Una vez aprobadas las cuentas, hay que realizar su depósito en el Registro Mercantil en el plazo de un mes.

En muchos casos, el cierre contable y fiscal es considerado un mero trámite administrativo. Cometer este error supone perder la oportunidad de analizar la marcha de la empresa, establecer previsiones y fijar objetivos a corto, medio y largo plazo.

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Cómo cerrar el año contable y fiscal con éxito

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1. Revisa tu contabilidad con un balance de comprobación de sumas y saldos

Es importante garantizar que tus cuentas anuales representan la imagen fiel de la empresa. Un balance de comprobación de sumas y saldos te permitirá:

  • Saber si existen errores en los saldos, ya que fácilmente se pueden detectar saldos de proveedores o clientes contrarios a su naturaleza. Estos saldos pueden ser un indicio de errores, aunque no necesariamente, ya que puede haber saldos de proveedores con abonos pendientes. Habría que realizar un análisis más profundo, revisando los mayores de las cuentas con saldos contrarios a su naturaleza.
  • Comprobar si las cuentas de partidas pendientes de aplicación y las cuentas con socios tienen saldo. Si es así, habría que revisar los mayores e intentar depurarlas. 

2. Realiza los ajustes contables necesarios

Algunos de los ajustes más comunes incluyen:

  • Reclasificación de deudas de largo a corto plazo.
  • Periodificaciones.
  • Variaciones de existencias.
  • Dotación de provisiones y amortizaciones, etc.

3. Revisa tus saldos pendientes de clientes

Revisa tus créditos incobrables y actúa:

  • Dota provisiones para cubrir los créditos comerciales difícilmente cobrables. 
  • Recupera el IVA de las facturas impagadas que cumplan con los requisitos legales.
  • Analizar los motivos por los que los créditos comerciales han resultado fallidos.
  • Implementa protocolos para mejorar la facturación y el cobro. Es importante realizar un análisis de solvencia de los clientes potenciales antes de cerrar ventas a crédito.

4. Cierra el ejercicio contable cuanto antes

Procura cerrar tu contabilidad lo antes posible y elaborar tus cuentas anuales. La contabilidad es una herramienta fundamental para la toma de decisiones

  • Cuanto antes se tenga cerrado el ejercicio, antes se tendrá una visión de la situación económico-financiera del negocio.
  • Legaliza los libros contables y asegúrate de que toda la información esté actualizada. 
  • Realiza el depósito de tus cuentas anuales en el Registro Mercantil y cierra tu año contable. 

5. Analiza el balance de situación

El balance de situación nos muestra una fotografía de la empresa en la fecha de cierre del ejercicio. 

  • Revisa, entre otras cosas, las deudas pendientes. En el balance las tienes desglosadas por partidas, tanto a largo, como a corto plazo.
  • Revisa tus activos líquidos. Conociendo la liquidez de la empresa podrás detectar necesidades futuras de financiación.

6. Analiza la cuenta de pérdidas y ganancias

El análisis de la cuenta de resultados te permitirá conocer, entre otras cosas: 

  • Márgenes de beneficio.
  • El peso de los gastos de personal y otros gastos operativos.
  • El beneficio obtenido y su evolución respecto al año anterior.

7. Analiza el flujo de caja

Un informe de flujo de caja muestra el movimiento de dinero en tu empresa:

  • Conoce el dinero que entra y sale de tu empresa.
  • Aunque tu empresa tenga beneficio, no implica que tenga que tener liquidez. Por ejemplo, si tu empresa está muy endeudada, aunque tenga beneficio, el pago de las cuotas de amortización de los préstamos drenarán la liquidez de tu empresa.
  • Conociendo tu flujo de caja podrás garantizar la estabilidad financiera de tu empresa y planificar inversiones. 

8. Realiza el cierre fiscal

Tras el cierre contable, enfócate en el cierre fiscal. El cierre fiscal del ejercicio culminará con la presentación del Impuesto de Sociedades. Recuerda:

  • Identifica gastos no deducibles como multas.
  • Aprovéchate de los incentivos fiscales a los que puedas tener derecho, como deducciones por I+D o para entidades de reducida dimensión.
  • Aplica reducciones específicas, como las existentes para autónomos dependientes o nuevas empresas.

9. Establece previsiones y define objetivos

Utiliza los datos del cierre contable para trazar metas claras para el próximo año. Por ejemplo:

  • El cierre del ejercicio nos permite utilizar cada cuenta contable para poder establecer previsiones y objetivos para el siguiente año.
  • Puedes ver un evolutivo de las ventas a través de la cuenta de pérdidas y ganancias. Si las ventas están estancadas, considera tomar medidas para diferenciarte de la competencia o diversificar tus fuentes de ingresos.

10. Evalúa la rentabilidad

Más allá de las ventas, la rentabilidad es el verdadero indicador del éxito empresarial. Analiza:

  • Los productos o servicios más rentables. Si no se consigue rentabilidad, vender mucho será el camino más rápido al fracaso empresarial.
  • Aquellos productos que generan pérdidas y pueden ser eliminados. Esto te permitirá enfocar tus esfuerzos en los productos más rentables y con mayor potencial de crecimiento. 

En definitiva, recuerda que el cierre contable y fiscal no es solo una obligación legal, sino una oportunidad para analizar, optimizar y planificar. Dedicar tiempo a realizar un buen cierre te permitirá conocer mejor tu empresa y tomar mejores decisiones de cara al nuevo ejercicio.

Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2024 por su relevancia.