Medir la rentabilidad de un negocio es fundamental para comprobar si es viable. Es importante hacer este cálculo antes de poner en marcha una empresa, con un cálculo de las cifras que va a haber tanto en costes como en ventas.
Y si tu empresa ya está en funcionamiento, debes repetir este ejercicio cuando haya cambios en los precios para actualizar tus datos de rentabilidad.
La rentabilidad se mide por una operación sencilla de gastos e ingresos. Tan sólo tienes que tener en cuenta todas y cada una de las cifras de tu negocio, y ubicar correctamente cada una en donde corresponda.
Al restar los gastos de los ingresos tendrás el resultado de tu rentabilidad.
Gastos a medir para saber si es un negocio rentable
-El coste de producción de tu producto o servicio: componentes…
–Gastos corrientes: alquiler, teléfono, internet, luz, agua…
–Costes de almacenaje, distribución…
–Gastos no mensuales: seguros, licencias, imprevistos…
–Impuestos: IVA, IRPF, Sociedades…
–Sueldos, incluidos sus seguros sociales. Sin olvidarte del tuyo.
–Créditos, leasings…
Coste del producto: importante
Todos estos gastos los debes poner en perspectiva para calcular cuánto de ellos corresponde a cada unidad de producto, y así saber cuánto te cuesta cada una.
Para eso, los gastos que no corresponden directamente a la producción los dividirás por días. Entonces, calcula cuántas unidades puedes producir por día y sabrás que cada unidad te cuesta la suma de:
-El coste de producción.
-Los gastos por día divididos entre el número de unidades por día.
En este punto, es importante recordar que tu capacidad de producción diaria se debe acomodar a tu capacidad de ventas para evitar una acumulación de stock.
De la misma forma, cuando la demanda supere a la oferta, tendrás que plantearte un aumento de producción con más empleados y otros costes añadidos si, por ejemplo, te tienes que cambiar a un local más grande.
Ingresos a medir para saber si es un negocio rentable
En los ingresos, fundamentalmente vas a incluir el precio de tu producto y las cantidades que vendes, las que necesitas vender para ser rentable y las que esperas llegar a vender.
Lógicamente, el precio no debe ser menor a la suma de los gastos que te cuesta producir una unidad de tu producto o servicio. Por eso es necesario que incluyas todos los gastos en tu cálculo.
Al hacer este cálculo no sólo sabrás si tu empresa es rentable en la actualidad, sino también si puede llegar a serlo y cuántas unidades necesitas vender para que lo sea.
Piensa que la rentabilidad es la capacidad de tu empresa para generar recursos económicos que te permitan afrontar todos sus gastos, y por supuesto tu objetivo: el beneficio.
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