En las empresas, es muy importante conocer los movimientos de la competencia, sus tendencias, sus resultados económicos… Conocer a nuestra competencia es una fuente básica para comparar con nuestra propia empresa y aprender a realizar algunos temas con mayor y mejor eficiencia.
En las empresas, la mayoría de la información es privada, pero existe una gran cantidad de información pública que nos interesa conocer y analizar para ver si realmente estamos gestionando nuestra empresa mejor o peor que nuestro sector. ¿Cómo podemos conseguir información de la competencia?
Información financiera y contable, la más accesible
Si nuestras empresas de la competencia tienen estructura societaria, están obligadas a realizar la presentación del depósito de cuentas. Esta información como ya sabemos es pública y se obtiene fácilmente en el Registro Mercantil. Aquí podemos solicitar las cuentas depositadas de cada empresa año a año con un coste oscila desde los 8 a los 40 euros aproximadamente, dependiendo de la información que queramos tener.
Aparte del Registro Mercantil, tenemos bastantes empresas en la información mercantil de otras empresas, que usan como base la información mercantil depositada, información de boletines, comparativas anteriores, incidencias judiciales y deudas con las administraciones públicas para preparar informes completos de estas empresas. El coste de estos informes depende de cada una de las empresas a las que pidamos información pero a partir de 30 euros de media podemos obtener un informe bastante completo en empresas como Axesor o eInforma, que son las más importantes en España en este segmento.
Toda esta información podemos completarla con los informes sectoriales, provinciales o autónomicos que existan sobre nuestro segmento, dado que así podemos obtener una comparativa de cuota de mercado, comparativa de ratios de la empresa con el sector y tendencias… En definitiva, un análisis que nos va a dar una fotografía bastante nítida de las empresas de la competencia, la nuestra y el sector.
Incidencias judiciales y deudas con administraciones
La mayoría de procedimientos judiciales, deudas con las administraciones, concesión de ayudas y subvenciones y licitación de concursos públicos en determinados casos, es una información que se obtiene desde los tablones de anuncios de los juzgados a los diferentes boletines oficiales de los diferentes entes públicos.
Internet es nuestra amiga en estos casos y suele funcionar muy bien configurar una alerta en buscadores con la información de la empresa que queremos monitorizar. A nivel de CIF, podemos obtener mucha más información interesante de las empresas objetivo a analizar de la que en principio pensamos.
Web, prensa, redes sociales y la comunicación de la competencia
Las conversaciones, notas de prensa de nuestra competencia, reportajes o artículos en prensa del tipo que sea, revistas, reacciones en redes sociales y las conversaciones que tienen con otros usuarios, son una vía muy importante para ver por dónde se mueven, qué reacciones tienen sus clientes con sus productos, si tienen reclamaciones sobre sus acciones o si por contra, presentan unos productos o servicios impecables.
A la competencia hay que seguirla literalmente en RRSS, no se caen los anillos por ello y hay que ver cómo se comunica, qué comunica y cómo gestiona sus crisis de reputación o alabanzas a todos los niveles. Todo esto, junto con las propias webs y conversaciones tú a tú con el resto de agentes que se relacionan con nuestro círculo de competencia son una vía de información nada despreciable.
La información es poder, no la desprecies
Tal y como acabo de exponer, si realizamos un dossier completo con toda la información que he detallado, tendremos una fotografía bastante nítida de las empresas monitorizadas, de sus actividades, de sus resultados, de sus relaciones con clientes y proveedores y tendremos un grado de información bastante agrupado y próximo a la realidad de la situación de cada una de las empresas.
La información es poder y no estorba conocer con el máximo detalle posible todo esto, dado que es una fuente de enseñanza continua y que nos podrá permitir mejorar nuestra propia empresa, que al fin y al cabo, es el objetivo final de todo análisis.
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