El éxito de emprender y de un negocio se basa, en gran medida, en la organización y la perseverancia. Características que todo contable debe entender como “claves” para poder suministrar información fiable y de utilidad a los diferentes usuarios de los estados contables.
Por ello, llevar un registro adecuado de los ingresos, gastos, impuestos y resto de partidas, es tarea fundamental de la contabilidad empresarial. Tengamos en cuenta que la información que nos proporcionan los estados contables nos permite garantizar la viabilidad de nuestro negocio, ya que con ello podremos anticiparnos a los gastos, mejorar nuestra rentabilidad, corregir la estrategia o aumentar nuestro beneficio.
Pese a su importancia, esta tarea genera muchas veces grandes dudas que terminan convirtiéndose en errores contables que afectan a largo plazo a cualquier estrategia de negocio.
Errores comunes en la contabilidad
A veces, por desconocimiento de la materia, por despiste o por llevar todo este proceso sin contar con la ayuda de un profesional, la contabilidad de nuestra empresa acumula errores que pueden disipar la imagen fiel y real de la compañía.
Un error bastante común es no contabilizar bien las amortizaciones del inmovilizado. Muchas empresas no registran de manera detallada el coste de adquisición de un bien, cuándo se puso en funcionamiento o toman como referencia tablas fiscales erróneas.
También es muy típico cerrar el ejercicio sin contabilizar el devengo del Impuesto sobre Sociedades, ya que lo suelen calcular al año siguiente al cierre del ejercicio.
Y tomar nota del siguiente error. Antes, los gastos de ejercicios anteriores quedaban reflejados en la casilla 67 de Gastos de Ejercicios Anteriores, mientras que con el NPGC estos gastos deben ir en contra el patrimonio neto. Por ello, no caigas en el error de contabilizar facturas en el ejercicio actual de otros ejercicios anteriores.
Es como quien no está al día de las reformas fiscales. Antes o después, habrá cambios que ocasiones errores dentro de la contabilidad de la empresa. Y el problema es que la normativa fiscal cambia cada año, y siempre hay que mantenerse actualizado si no queremos caer en sanciones, multas, inspecciones, etc.
¿Cómo detectar errores en la contabilidad?
Al día, se pueden procesar un gran número de asientos contables. Como humanos que somos, es muy normal que, incluso conociendo la normativa de principio a fin, se caiga en algún error. Ahora bien, ¿se puede investigar dónde está?
Lógicamente, podemos hacer uso de diferentes técnicas para averiguarlo. La manera más rápida es generar un balance de sumas y saldos de las diferentes cuentas que sometamos a examen y ver anomalías.
Hacer conciliaciones de los saldos de las cuentas corrientes bancarias y de las líneas de crédito también nos ayudará a ver si tenemos gastos o ingresos pendientes de contabilizar o mal contabilizados. Si se tiene esta parte controlada, gran parte del trabajo estará hecho.
Igualmente, conviene revisar cuentas que a veces utilizamos de “cajón de sastre” como pueden ser la 629 “Otros servicios” y la 555 “Partidas pendientes de aplicación”. El buen contable tendrá estas cuentas controladas en casa momento y utilizará, especialmente, la 555 muy pocas veces, aplicando cada partida correctamente en el momento de su registro contable.
Si quieres saber más sobre los errores contables en los que puedes estar incurriendo no dejes de tener en cuenta lo que te contamos en este artículo.
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