¿Actualizamos a Windows 10 antes de que deje de ser gratuito?
Queda poco menos de un mes para que termine la posibilidad de actualizar a Windows 10 desde Windows 7 sin coste alguno. Muchas empresas han dado el paso hace tiempo, sobre todo si tenían que actualizar desde sistemas operativos como Windows 8. Otras, mientras tanto, lo han hecho casi sin querer, ya que Microsoft ha sido bastante insistente en su modelo de notificación para que los usuarios migraran de sistema. Pero ¿está nuestra empresa preparada para actualizar a Windows 10 antes de que deje de ser gratuito?
Lo primero que tenemos que ver es si el nuevo sistema operativo ya está maduro. Cuenta casi con un año de experiencia y con buenos resultados, así que, por este lado, la estabilidad y operatividad de los equipos informáticos que comiencen a utilizarlo está garantizada. Es necesario tener en cuenta los requisitos necesarios para su uso, ya que los equipos más antiguos, que vayan más justos de memoria RAM serán los que quizás puedan ver su rendimiento penalizado mínimamente.
8 aspectos a tener en cuenta antes de actualizar a Windows 10 en la empresa
Pero no sólo por ser una actualización gratuita para la mayoría de los usuarios de empresa tenemos que actualizar. Hay que ver los pros y los contras de dicho cambio. Además, hay que tener en cuenta que las empresas más grandes, las que tienen licencias Entreprise, quedan fuera de esta oferta. Vamos a ver algunas de las cosas a tener en cuenta:
1. La curva de aprendizaje de los usuarios del nuevo sistema operativo. Teniendo en cuenta que junio es un mes complicado para muchas empresas por temas tributarios, lo normal sería actualizar durante el mes de julio, en el que el nivel de trabajo suele bajar y hace más sencillo adaptarse. Además, algunos empleados ya pueden utilizar dicho sistema en casa, por lo que no les costaría el cambio. Igualmente la transición entre ambos sistemas es bastante suave.
2. Un aspecto clave es el funcionamiento de las aplicaciones de negocio en el nuevo sistema. Tenemos que estar seguros de que todas nuestras aplicaciones, programas y sistemas funcionan también en Windows 10. Lo normal es que no haya ningún problema en este sentido, pero es necesario evaluarlo previamente. Lo malo es que queda poco tiempo para realizar test, poco menos de un mes.
3. Periféricos y resto de equipos informáticos también pueden sufrir algunas incompatibilidades. En este caso, el principal inconveniente está en encontrar los drivers o controladores optimizados para el nuevo sistema. Casi todos los fabricantes han ido sacando y adaptando los mismos a lo largo del último año.
4. Adaptación de Windows 10 a un entorno de trabajo. Este aspecto es clave. No queremos Candy Crash instalado en el ordenador, ni una sección de noticias o aplicaciones como Twitter, OneDrive o Flipboard si no las utilizamos en la empresa. Será una de las primeras cosas que es necesario hacer: una limpieza de aplicaciones que no se utilizan. Y también añadir a favoritos o crear acceso directos a las más utilizadas. Uno de los errores más comunes para los usuarios es confundir los navegadores, el nuevo Edge con Internet Explorer a la hora de acceder a la administración electrónica. Utilizar las aplicaciones como Acrobat Reader como lector de PDF por defecto y no la que nos ofrece Microsoft, es otro ejemplo de adaptación para hacer la transición suave entre ambos sistemas.
5. Poco tiempo para realizar los test durante el mes de julio, de manera que, si no hemos habilitado previamente un equipo o dos para hacer las pruebas, nos podemos ver con apenas un par de semanas para probarlo todo. Puede ser más que suficiente, pero también se puede pasar algo por alto.
6. ¿Qué ocurre con nuestra licencia de Windows? Una vez que ha pasado un mes desde la actualización, nuestra licencia quedará asignada a Windows 10, de manera que si tenemos que reinstalar el sistema tendremos que hacerlo con este nuevo sistema y no con Windows 7.
7. Más tiempo de soporte de actualizaciones es uno de los principales motivos para migrar. Windows 7 acaba su soporte en 2020, apenas cuatro años, por lo que simplemente por seguridad sería bueno actualizar al nuevo sistema.
8. Actualizaciones obligatorias para la versión Home o una revisión pormenorizada de la privacidad del sistema es fundamental antes de ponerlo en marcha. Las versiones Home de Windows tendrán que instalar dichas actualizaciones de forma obligatoria, mientas que los usuarios de las versiones Pro podrán aplazarlas. Respecto a la privacidad, es necesario revisar minuciosamente qué se comparte con otros usuarios y qué no.
Volver de nuevo a Windows 7 es posible durante un mes
Pero la parte más positiva es que si no va bien la actualización, si tenemos problemas con el nuevo sistema operativo, tenemos un mes para volver a Windows 7 desde las opciones de recuperación del sistema. Además, la vuelta atrás dura apenas diez minutos y un par de clics, volviendo a estar como antes de la actualización de forma totalmente automatizada. Lo único a tener en cuenta es que, si hemos instalado algún programa o lo hemos actualizado, perderemos dichos cambios.
A nivel operativo, Windows 10 es un sistema rápido y seguro, un buen heredero de Windows 7 para las empresas, por lo que la actualización es más que recomendable. El problema es que el tiempo no favorece a muchas de ellas, ya que, en el primer semestre del año, muchas acumulan gran parte de su trabajo y no es el momento adecuado para hace pruebas.