9 retos que deberá afrontar la digitalización de la formación profesional en España
Analizamos los principales retos para el avance de la digitalización de la formación profesional en España.
- La formación profesional tiene un papel relevante en la mejora de la cultura digital
- Los módulos de formación profesional disponen a través de la digitalización de una de sus grandes oportunidades de mejora
Contenido del post
- ¿Creación de módulos de profesiones digitales
- Las aptitudes para la transición digital
- La interconexión de centros
- La conexión externa
- La utilidad del análisis de datos
- El reto inversor
- Las estrategias colaborativas en el aprendizaje
- La generación de contenidos digitales formativos
- Las estrategias digitales de formación digital continua
El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad se ha planteado como uno de sus objetivos el avance en la digitalización de la formación profesional en España. El tiempo dirá si el país logra dar impulso a un aspecto tan importante para nuestras empresas.
Es muy importante que la comunidad educativa, la empresa y la sociedad en general vayan tomando conciencia de los retos que la digitalización plantea para todos. El grado de acierto que se tenga al abordar este objetivo se reflejará claramente en la productividad y competitividad de la economía española. Veamos algunos de los principales retos.
¡Comparte esta reflexión! Continuar digitalizando a la formación profesional no es un objetivo, es una necesidad vital para la empresa española.
1) Creación de módulos de profesiones digitales
- La digitalización afecta a los módulos de formación profesional, principalmente, a tres niveles. Por un lado, no es necesario crearlos nuevos cuando de lo que hablamos es simplemente de incorporar la formación digital a los ya existentes.
- En segundo lugar, existen familias profesionales que están especialmente relacionadas con la digitalización. Por ejemplo, en el ámbito de la informática y las comunicaciones es muy probable que haya que ir creando progresivamente nuevos módulos que reflejen el desarrollo de ocupaciones inéditas que están destinadas a tener un papel muy importante en el proceso de cambio tecnológico.
- En tercer lugar, existe un proceso de digitalización de muchas profesiones tradicionales, que no tienen por qué estar estrictamente relacionadas con ámbitos de vanguardia digital, pero en los que la transformación digital puede generar nuevos enfoques. Por ejemplo, en imagen y sonido, la digitalización ha cambiado la forma de concebir las diferentes profesiones, pero también ha dado lugar a un mundo de posibilidades desconocidas, que pueden reclamar módulos completamente nuevos.
- En estos dos últimos supuestos estamos hablando de profesiones que están viendo la luz con la digitalización y que y cuyo surgimiento tendrá que repercutir en nuevos módulos de formación profesional.
2) Las aptitudes para la transición digital
- La transformación digital será un proceso largo y que implicará múltiples desafíos y necesidades de adaptación. Los estudiantes de hoy pueden formarse en las técnicas más modernas del momento, pero lo más importante es que sean capaces no solamente de actualizarse a medida que vayan apareciendo otras tecnologías nuevas en el futuro, sino también que sean capaces de convertirse en un elemento facilitador de la transición para sus empresas.
- En efecto, el cambio se ha convertido, en sí mismo, en un materia de estudio. No solamente queremos que se note la diferencia entre el antes y el después de la transformación, sino que nos importa mucho todo lo que suceda durante el proceso de adaptación.
- Y los objetivos van, fundamentalmente, en dos direcciones. En primer lugar, profesión por profesión, los cambios que está induciendo la tecnología en cada una de ellas, deben ocupar una parte de los contenidos de los módulos.
- En segundo lugar, los estudiantes deben ser adiestrados en todo tipo de habilidades que, de forma transversal, facilitan los procesos de cambio en todas las profesiones. Estamos hablando de aspectos como la empatía, la planificación, la capacidad de interlocución con los intervinientes en la transformación, la flexibilidad, la búsqueda de potenciales problemas y soluciones útiles, etc.
3) La interconexión de centros
- Cada centro de formación profesional es una fuente de conocimientos y experiencias valiosas, que pueden ser trasladables a los otros. La digitalización provee herramientas para que puedan estar conectados y puedan realizar un aprovechamiento conjunto.
- Por ejemplo, los alumnos pueden compartir sus intereses e inquietudes con estudiantes de otros lugares, los profesores pueden compartir materiales docentes, los encargados de la dirección y gestión pueden emplear herramientas conjuntas con otros centros, los datos de la actividad docente pueden trasladarse a diferentes partes interesadas.
- Lo interesante de este tipo de iniciativas es que, bien diseñadas, tienen una inversión inicial y un cierto coste de mantenimiento de los cauces para compartir información, pero los retornos suelen ser grandes para todos los centros implicados.
4) La conexión externa
- Además de la conexión entre centros es muy importante que los centros de formación profesional participen de herramientas que los comuniquen con el resto de la sociedad y, en particular, con las empresas.
- Dos ejemplos muy importantes son las redes sociales y las herramientas de productividad. En el primer caso, debe estudiarse cómo deben estar presentes los centros de formación profesional; cómo pueden ayudar a que la sociedad conozca la oferta y calidad de la enseñanza; cómo se puede obtener una interacción con los diferentes colectivos, personas y entidades que puedan enriquecer la actividad docente, etc.
- Y en el caso de las herramientas de productividad, la digitalización va ofreciendo un catálogo cada vez más amplio de instrumentos para la colaboración. Pueden ser un buen cauce para que empresas y centros compartan información. Interesa garantizar que esa comunicación se realice de forma fluida, segura y eficiente.
5) La utilidad del análisis de datos
- Los datos son claves en el ámbito de la gestión de los centros y también para estimar los posibles efectos de reformas educativas. Incluso puede haber determinadas herramientas que faciliten la labor docente y estén basadas en ellos.
- La digitalización ha dado un salto enorme para poder diseñar herramientas que aprendan, que sepan encontrar patrones ocultos en los datos y que sirvan para generar colaboración entre toda la comunidad educativa.
- Por ejemplo, en el ámbito más relacionado con las propias empresas, interesa averiguar cuándo y por qué unas prácticas no van a funcionar bien, qué perfiles son los más aconsejables para la contratación de nuevos titulados, qué módulos podrían cursar sus empleados para mejorar su formación, etc. Son innumerables las preguntas y respuestas que pueden ayudar a mejorar la formación profesional en España.
6) El reto inversor
- La digitalización va a reclamar inversiones en la mayoría de los sectores. La formación profesional no es una excepción. Por ejemplo, puede ser necesario realizar desembolsos para mejorar las prestaciones de servidores centrales, de las redes de telecomunicación, de los equipos que se usan en los centros, etc.
- Un capítulo importante será avanzar en el análisis y diseño de soluciones específicas para el sector. Lo será, por ejemplo, en relación con el software, pero también en otros ámbitos como la creación de contenidos formativos digitales.
- Quizá el mayor reto inversor se produzca en el ámbito organizativo. Extraer el máximo rendimiento posible de las oportunidades de la digitalización va a continuar exigiendo muchas pruebas, iniciativas piloto, programaciones, reuniones, cursos de formación del profesorado, horas de ensayo y aprendizaje, reorientaciones en las prácticas empresariales, etc.
7) Las estrategias colaborativas en el aprendizaje
- La digitalización está convirtiendo en un proyecto real la aspiración de máximo aprovechamiento de la inteligencia colectiva. Los profesionales que se están formando hoy están destinados a colaborar intensamente con otros de su misma organización y de otras diferentes en su futuro laboral en el desarrollo de proyectos complejos, que en el pasado se han mostrado inabarcables en el seno de una sola organización
- El profesional de hoy ha de estar competentemente formado para moverse tanto dentro como fuera de una jerarquía. Ha de conocer las herramientas y entornos digitales de colaboración. Debe estar capacitado para aportar en proyectos ajenos, incluso cuando no está al tanto de todos los detalles, y para saber encontrar las personas y entidades capaces de contribuir al suyo.
- En ese sentido, por ejemplo, son interesantes las iniciativas de participación de los estudiantes en proyectos colectivos con alumnos del mismo módulo en otros centros e, incluso, de otros módulos, que no necesariamente tienen por qué ser de la misma familia profesional. Y, en ese ámbito, es muy importante que aprendan cómo la tecnología puede ayudar a mejorar la comunicación interna y externa, a aportar conocimiento, a que las tareas se realicen de forma fluida, etc.
8) La generación de contenidos digitales formativos
- La digitalización hace posible que un profesor pueda tener miles de alumnos digitales. Eso se puede hacer, perfectamente, a través de, por ejemplo, vídeos o de herramientas interactivas. La cuestión no está tanto en si es posible, sino definir cuándo es lo más deseable y cómo hacerlo.
- Perfilar contenidos digitales de formación profesional es una labor que reclama mucha programación y una apuesta decidida por la calidad. En ese sentido, es muy importante el papel de los profesores. No solamente hay que formarlos en creación de contenidos digitales, sino también crear las estructuras organizativas e incentivos adecuados para que su participación sea fructífera.
9) Las estrategias digitales de formación digital continua
- La formación profesional no se termina en los módulos, sino que abarca toda la vida laboral. Es importante estudiar cómo aprovechar los medios digitales para mejorar en formación continua. Especialmente, lo es en las pymes, por su vulnerabilidad ante las necesidades de actualización no cubiertas. La digitalización puede contribuir a reducir la brecha que hace que, frecuentemente, les falten los recursos adecuados para tener a su plantilla al día.
Continuar digitalizando a la formación profesional no es un objetivo, es una necesidad vital para la empresa española. Los retos son muchos, pero también las herramientas. No debemos perder las oportunidades que se nos presentan para mejorar la cultura digital de nuestro país.