5G: ¿que supondrá su llegada a las empresas?
Explicamos los principales cambios que propiciará la tecnología 5G y sus repercusiones en el mundo empresarial.
- 2019 y 2020 pueden ser dos años clave en el lanzamiento de la tecnología 5G
- Los cambios propiciados por la tecnología 5G serán transversales, al afectar a todo tipo de sectores económicos y a las más diversas áreas y departamentos empresariales
En los próximos trimestres iremos viendo la progresiva llegada de la quinta generación (5G) de redes móviles de telecomunicación. Se espera que 2020 sea un año decisivo en la implantación de esta tecnología en muchos países, pero ya en 2019 se irán produciendo algunos avances importantes en su introducción.
El cambio que se aproxima permitirá, entre otras ventajas, subir y bajar datos más rápidamente, incrementar los volúmenes de información que se transmiten por las redes, mejorar la cobertura en lugares donde existen deficiencias, reducir el consumo de energía, multiplicar el número de dispositivos conectados y reducir la latencia en las comunicaciones. Todo ello tendrá importantes repercusiones en el mundo empresarial.
La revolución en el concepto de inmediatez
La disminución de la latencia significa que las comunicaciones se van a producir con menos retardos. Hasta ahora, hemos vivido avances muy importantes en todo lo relativo a la inmediatez. Pensemos, por ejemplo, en lo que supuso la llegada del correo electrónico como complemento (e incluso alternativa) al correo físico. Un mensaje que podría tardar en llegar a su destinatario unas cuantas horas o días pasaba a estar a su disposición en segundos.
¿Son esas comunicaciones inmediatas? Pues depende de para qué propósitos. Si lo que pretendemos, por ejemplo, es informar de algo a un cliente, es posible que lo podamos considerar prácticamente instantáneo. Sin embargo, si pretendemos recibir y emitir información para dirigir remotamente un proceso complejo, es probable que los retardos de unas pocas centésimas de segundo puedan hacer imposible la tarea.
¡Comparte el dato! Se espera que 2020 sea un año decisivo en la implantación la tecnología 5G en muchos países, pero ya en 2019 se irán produciendo avances.
Un ejemplo típico es la conducción automática. Ante un imprevisto, un retardo largo en la respuesta puede suponer que el automóvil ha recorrido demasiados metros sin adecuar su comportamiento a la nueva situación. Si, por el contrario, la latencia es de milésimas de segundo, podrá adaptarse rápidamente a la nueva situación. Es decir, con la disminución de la latencia que trae la tecnología 5G, podemos comenzar a pensar en calificar de “inmediata” la comunicación para ese propósito.
La revolución en la continuidad de los servicios
La inmediatez es muy importante en los procesos empresariales, pero la continuidad no lo es menos. Los elementos materiales reclaman descanso por averías, procesos de mantenimiento ordinario, grandes reparaciones, revisiones, calentamiento de máquinas, etc. Los recursos humanos necesitan interrumpir sus tareas para descansar entre jornadas, para abordar imprevistos, por días festivos y de vacaciones, por permisos y excedencias, etc.
Algunas tareas tienen holguras que permiten que los procesos no se retarden globalmente por sus retardos. Sin embargo, en otros casos, se producen cuellos de botella que impiden el avance del proceso.
La tecnología 5G puede ayudar a dar dos pasos decisivos para disminuir esos cuellos de botella. Por un lado, permitirá incrementar sustancialmente el conjunto de dispositivos conectados. Con ello se lograría tener unos procesos mucho más controlados y regulables automáticamente.
Por otro lado, el incremento del ancho de banda permitirá el intercambio de volúmenes mucho mayores de información a través de las redes de telecomunicación. Eso dará acceso a un conjunto mucho más amplio de soluciones informáticas (muchas de ellas en la nube) que dan soporte a la actuación humana, evitando errores, supervisando actuaciones, proveyendo instrumentos de trabajo, automatizando tareas y reemplazando la actuación humana en los casos que se vea conveniente.
La revolución de las empresas más intensivas en conocimiento
Una de las tendencias empresariales del momento es la conversión del conocimiento empresarial acumulado en algoritmos informáticos al servicio de los procesos, los productos y, en definitiva, de los clientes.
Cuando los clientes son empresas, se produce un doble avance de la productividad. Por un lado, el proveedor debe realizar un profundo estudio y depuración del proceso. Por otro, el cliente dispone de mejores herramientas para desarrollar su actividad.
Sin embargo, es muy oportuno y necesario, para desarrollar ese conocimiento, un desarrollo de las telecomunicaciones como la tecnología 5G. Con él, fluirán más rápido los datos entre emisor y receptor y será más sencillo gobernar la actuación automática de máquinas, equipos informáticos y todo tipo de dispositivos.
La revolución de la movilidad de los negocios
La oficina centralizada actual tiene una gran importancia, entre otros factores, por el consumo de datos. Los datos móviles se reservan para las aplicaciones más necesarias. La mayor conectividad, por tanto, ha de favorecer el desarrollo de la productividad en todos los supuestos en los que el trabajo se separa de ese espacio físico habitual, como los viajes de negocios, los proyectos compartidos entre diferentes oficinas, el teletrabajo, etc.
Pero los grandes beneficiados serán quienes desarrollan buena parte de su trabajo lejos de oficinas, naves y locales comerciales. Tendrán cobertura en zonas donde todavía no es buena o no la hay en absoluto. Dispondrán de más dispositivos conectados que les permitirán controlar el desarrollo de su trabajo incluso cuando ya no están físicamente en el lugar donde lo realizaron y tendrán mejor acceso móvil a todo tipo de aplicaciones y servicios.
Finalmente, otro sector que verá muy incrementado su potencial será el de prestación de servicios a distancia. Un ejemplo claro son los grandes servidores con usuarios en cualquier parte del mundo. Pero existen muchos otros, como los profesionales. Así, cada vez será más frecuente ver cómo se supervisan aspectos de la ejecución de obras desde cualquier parte del mundo, médicos y cirujanos tratando pacientes en localizaciones lejanas o profesores con 110 millones de alumnos.
La revolución empresarial de los sentidos
Hasta ahora los pilares de la transformación digital han sido profundamente audiovisuales. Las imágenes y los sonidos han sido los grandes protagonistas. Y lo serán incluso más con el avance de la tecnología 5G. Por ejemplo, el desarrollo de la realidad virtual o de la realidad aumentada se verá muy beneficiado cuando podamos intercambiar volúmenes mucho mayores de información que, por otro lado, permitirán el empleo de nuevas generaciones de formatos de imagen y sonido.
Sin embargo, las empresas deben ir poco a poco preparándose para retos más complejos, como recrear experiencias táctiles u olfativas de calidad. Pensemos, por ejemplo, en la posibilidad de enviar un olor a través de las redes de telecomunicación. Obviamente, pueden existir retos químicos, mecánicos, electrónicos, etc. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que para lograr una experiencia de calidad es necesario transmitir grandes cantidades de información.
Por ejemplo, si queremos enviar una sensación táctil a un dispositivo conectado y queremos desarrollar una experiencia de calidad, deberemos pensar en múltiples factores como la textura, la temperatura, la presión, el reparto y evolución temporal de los estímulos a lo largo de la mano, los movimientos, etc.
Todos esos desarrollos serán progresivos, generando experiencias cada vez más aproximadas al objetivo pretendido. Probablemente, sea una carrera de muchos años, pero las empresas han de ir preparándose a medida que las mejoras de las redes de telecomunicación hacen posible la revolución sensorial.
La revolución del ocio en tiempo real
La interactividad ha sido uno de los grandes protagonistas en la industria del ocio en los últimos tiempos. El cliente se hace así partícipe, en cierto modo, de la creación de la experiencia en espectáculos y todo tipo de servicios de ocio.
Sin embargo, esa participación tiene, en general, efectos limitados. El cliente no puede redefinir sobre la marcha los aspectos centrales de la experiencia que se ha creado para él. Una de las razones más importantes es que la introducción de elementos digitales lleva cierto retardo y su transmisión puede sufrir cortes.
Un ejemplo de ello es la inserción de elementos de realidad aumentada o de realidad virtual en experiencias de ocio. Lo que se ofrece, normalmente, es una experiencia ampliamente preconfigurada. El cliente puede desarrollar acciones, pero dentro de un marco estrecho.
Con el desarrollo de la tecnología 5G será más sencillo cambiar en tiempo real cómo queremos vivir esa experiencia. El usuario ganará en inmediatez para poder requerir cambios y las empresas proveedoras de servicios de ocio deberán hacer un esfuerzo de adaptación continua.
La tecnología 5G abre un marco de telecomunicaciones nuevo que, en conjunción con otros desarrollos tecnológicos, plantea un conjunto amplio de retos y oportunidades a las empresas.